BERLÍN, ALEMANIA.- La FIFA y el Gobierno alemán firmaron ayer un "Memorándum de Entendimiento" que puso las bases para la organización de un gran festival cultural que se celebrará en Berlín el ocho de junio de 2006, un día antes de la inauguración del Mundial de Alemania, en Munich.
Alemania quiere dar comienzo al Mundial de Futbol de 2006 con una gran "Fiesta del Futbol" que no constituya un mero acto de presentación del país anfitrión, sino que acoja manifestaciones culturales de todos los países participantes en el campeonato.
El acto sería el más importante de las numerosas iniciativas artísticas y culturales del programa de la próxima Copa del Mundo, porque el país "se convertirá antes, durante y tras el torneo en escenario de un fascinante caleidoscopio de las culturas", afirmó ayer el ministro del Interior, Otto Schilly.
Schilly, los presidentes de la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA), el suizo Joseph Blatter, y del Comité Organizador del Mundial de 2006, Franz Beckenbauer, anunciaron ayer en Berlín en conferencia de prensa el proyecto de este festejo.
Schilly destacó en la presentación del proyecto, que hasta ahora no hubo un Mundial con un acto de apertura de tanta calidad y un programa artístico y cultural tan ambicioso, con el que "Alemania será un anfitrión ejemplar".
Schilly y Blatter firmaron también un "Memorándum de Entendimiento" en que se establecieron las condiciones para la preparación de este acto con el que se dará comienzo al Mundial en Berlín y que precederá en un día a la inauguración de la fase final del campeonato del mundo, en Munich.
Según el acuerdo, el secretario general del acto artístico del Mundial de Futbol será André Heller, con quien el Gobierno alemán ya había negociado a comienzos de año la iniciativa del proyecto.
Schilly definió el proyecto de Heller como un "borrador contundente, valiente y pretencioso, que se puede dar por realizado", afirmó sentirse "muy feliz de que la FIFA y el Gobierno Federal hayan acogido las iniciativas del artista sin reserva" y saludó la contribución activa gubernamental al proyecto.
El Gobierno Federal y la FIFA estuvieron de acuerdo en que la celebración tenga lugar el ocho de junio de 2006 en el Estadio Olímpico de Berlín, sobre las bases del boceto artístico de André Heller, mientras el borrador definitivo será votado por el artista y la FIFA en conjunto con el Gobierno alemán.
El acuerdo también estableció que la FIFA será la institución organizadora del evento y asumirá todos los costes y los derechos de la organización en el marco de un presupuesto acordado que rondará los 22 millones de euros.
La FIFA y el Gobierno alemán acordaron todas las decisiones en torno a la preparación del acto de comienzo, especialmente las referidas a la seguridad, incluido el precio de entrada, los bocetos de los tickets y los sistemas de acreditación. Alrededor de mil entradas se destinarán a fines sociales.
Toda la responsabilidad de la dirección, organización y control del acto de comienzo del Mundial incumben a Schilly y Heller, además de a Blatter, al presidente de la DFB, Gerhard Mayer Volfelder y a Beckenbauer.
Las decisiones del significado interno del acto requieren el consenso entre el presidente de la FIFA, el director artístico y el ministro del Interior.
La FIFA construirá una plantilla de la organización bajo la dirección del secretario general de la organización Urs Linsi, en la que participará también un representante del Gobierno Federal.
La FIFA contempla el acto de comienzo del Mundial, su fiesta de inauguración oficial y la de clausura como un trío de actos al que debe conducir una misma idea artística, por lo que se pretende que sea André Heller quien dirija los tres actos.
El presidente de la organización saludó la iniciativa del Gobierno Federal y comparó el evento con una jugada "que se convertirá en gol", mientras Beckenbauer vio en este acto de comienzo del Mundial un precedente para otras competiciones internacionales.
Sobre el acto de apertura, que se celebrará en Munich el nueve de junio de 2006, Blatter aconsejó que sea el equipo anfitrión alemán y no el campeón del mundo brasileño el que juegue el partido de inauguración y anunció que presentará esta recomendación ante los organismos responsables de las asociaciones mundiales de futbol.
El entrenador de la selección alemana, Juergen Klinsmann, había dado a entender que prefería que fuera Brasil el que jugara este partido, aunque Blatter advirtió ayer que el cinco veces campeón del mundo no está capacitado realmente para inaugurar este torneo en Alemania, y que primero tendrá que defender su título.
Beckenbauer se reservó su opinión al respecto y remitió ayer a la FIFA como organismo que tiene la competencia de tomar esta decisión.
Schilly adelantó solamente que un partido de apertura con Brasil "podría ser muy interesante".