AFGANISTÁN| CREAN CONTROVERSIA EN TORNO A ELECCIONES PRESIDENCIALES
Miles de trabajadores electorales, con apoyó aéreo, camiones, coches y otros vehículos, realizan el traslado con la protección del Ejército y la Policía.
Kabul, (EFE).- El traslado de urnas de los cuatro mil 800 colegios electorales de Afganistán a los ocho centros de recuento está en marcha, tras la jornada electoral del sábado, mientras la ONU, la Unión Europea y EU tratan de evitar que se materialice la amenaza de impugnación de los comicios por parte de 15 de los 18 candidatos.
Aunque muchas de las urnas ya se encuentran en los centros de escrutinio, situados en Kabul, Mazar i Sarif, Kandahar, Jalalabad, Konduz, Herat, Bamiyan y Jost, muchas otras están aún de camino y algunas, procedentes de lugares muy remotos e incomunicados, pueden tardar más de una semana en llegar, según un funcionario de la ONU.
Miles de trabajadores electorales, con apoyó aéreo, camiones, coches y otros vehículos, realizan el traslado con la protección del Ejército y la Policía.
La fuente de la ONU añadió que el recuento ha empezado y que, quizá entre hoy y mañana, se podrán conocerán algunos detalles y en un par de días datos mínimamente significativos, aunque los resultados oficiales tardarán "varias semanas".
El ministro del Interior, Ali Ahmad Jalali, informó de que, hasta ahora, sólo se ha producido un incidente grave en el traslado, en la provincia sureña de Oruzgan, donde supuestos talibanes atacaron un convoy militar que transportaba urnas y mataron a tres soldados e hirieron a otros cuatro, aunque no consiguieron llevarse las papeletas.
En varias poblaciones de la provincia de Kandahar, en el sur, también se han producido hoy atentados atribuidos a los talibanes, en los que han muerto seis personas, agregó Jalali.
Mientras tanto, en Kabul, varios de los 15 candidatos que anunciaron ayer que impugnarían los resultados de los comicios, señalaron hoy que podrían aceptarlos, siempre que una comisión conjunta de sus representantes y la ONU realice una investigación sobre las irregularidades que se produjeron.
La idea de esta comisión ha sido promovida por el enviado de la ONU en Afganistán, Jean Arnault, y el representante especial de la Unión Europea, Francesc Vendrell, que ayer, antes de que estos candidatos pidieran la paralización de las elecciones y la anulación de los votos emitidos hasta entonces, se reunieron con 13 de ellos.
El primero en aceptarla fue Mohamed Mohaqeq, de la etnia hazara, que supone una quinta parte de la población del país, quien precisó a EFE que, si esa comisión conjunta de la ONU y los candidatos, "tras una investigación sería no descubre un fraude o graves irregularidades, aceptaré los resultados".
"Si ha habido un amplio fraude e irregularidades graves, exigiré que se celebren nuevas elecciones", apostilló Mohaqeq.
Abdul Hadi Dabir, que dejó un alto cargo policial para presentarse a las elecciones, dijo a EFE que también apoyaba la idea de la comisión conjunta y señaló que, "después de una investigación, lo que decida esa comisión se ha de respetar y yo lo respetaré".
En términos parecidos se manifestaron representantes del candidato y médico pediatra Ghulam Faruq Nijrabi y de la única mujer aspirante a la Presidencia, Masuda Jalal, también pediatra, que exigieron ambos una investigación, aunque la última manifestó que "no es mi intención impugnar las elecciones, pues se podría producir una gran fractura en el país, más violencia y un baño de sangre".
Desde ayer, Arnault y Vendrell se han entrevistado con muchos de los candidatos por separado y, según dijo a EFE el representante europeo, es probable que los mas destacados -Yunis Qanuni, Abdul Satar Sirat y Mohaqueq- acepten la comisión conjunta, que actuaría de forma "independiente y transparente" para solventar el problema.
También el embajador de EU en Afganistán, Zulmai Khalizad, ha realizado gestiones y, ayer, visitó la casa del candidato Abdul Satar Sirat, que coordina al grupo de los que pretendían invalidar los comicios, para "resolver los problemas", según declaró él mismo a los periodistas.
De formarse la comisión conjunta, y si concluye que no hubo fraude ni irregularidades suficientemente graves como para anular los comicios, y ese resultado es aceptado por los candidatos, se evitarían las dudas sobre la legitimidad del presidente elegido y disminuiría la posibilidad de nuevos enfrentamientos.
El temor de la comunidad internacional, que ha subvencionado y organizado de hecho los comicios, era que, si la gran mayoría de los candidatos no reconocían los resultados, se podía crear un clima de tensión y enfrentamiento en el que la pacificación y desarrollo del país, uno de los más violentos y pobres del mundo, sería imposible.