RIO DE JANEIRO, (Reuters) - Río de Janeiro se rindió a la celebración de su mundialmente famoso Carnaval, mientras un Rey Momo que rompió la tradición con su esbeltez recibió, bailando samba, la llave de la ciudad donde reinará durante cinco días de fiestas interminables.
Mientras el monarca del Carnaval, vestido en blanco y azul simbolizando la paz, y su reina "mulata" sobre tacones de más de 20 centímetros, sostenían la enorme llave simbólica, el sonido de los tambores de ruidosas procesiones llenaba las calles del centro de la ciudad, atrayendo a trabajadores y turistas en el inicio de las celebraciones.
En línea con el estilo de vida saludable de los tiempos modernos, apoyado por el alcalde de Río, César Maia, el rey de este año ya no es el gordo, como fueron tradicionalmente sus predecesores por años, sino de figura delgada y atlética.
Aunque algunos aficionados al Carnaval se burlaron del cambio que rompe con una tradición que se remonta a la antigua Grecia, el nuevo rey Momo -el diseñador gráfico desempleado, Wagner Jorge Wanderson, de 27 años- juró que su figura delgada no afectará la cantidad de diversión que habrá bajo su reinado.
"Tengo un montón de energía positiva y alegría para compartir con la gente", dijo Wanderson a Reuters. "Es como un sueño estar aquí. Una vez traté de engordar para convertirme en Momo pero no funcionó".
El alcalde Maia estableció un peso considerablemente mínimo como pre-requisito para la elección del rey Momo.
Su reina, Priscila Hirle Mendes, de 24 años, una estudiante de medicina vestida con un diminuto hilo dental dorado y un top, dijo que tanto el Momo gordo como el Momo flaco tenían sus ventajas, pero agregó con una sonrisa encantadora: "el actual siempre es mejor, como un novio".
LOS TURISTAS ATESTAN LA CIUDAD
Los deslumbrantes desfiles televisados de Río, en los que participan las principales escuelas de samba con abundantes carrozas y bailarines adornados de plumas y con el pecho al descubierto, comenzarán el domingo en la noche.
Pero las alegres procesiones callejeras están haciendo vibrar con sus melodías de samba y sus mascaradas alrededor de la ciudad que ya está entrando en bulliciosa actividad.
Las autoridades turísticas estiman que 420.000 personas, un 20 por ciento provenientes del exterior, visitarán la ciudad costera este Carnaval, más que las 380.000 del año pasado. Los funcionarios preven que los participantes dejen unos 141 millones de dólares este año en Río, la segunda mayor ciudad de Brasil.
El yate más grande del mundo, que pertenece al multimillonario Paul Allen, co-fundador de Microsoft, ya está anclado en la bahía de Río.