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Inicia su travesía Queen Mary II

El lujoso barco, construido en un tiempo récord de dos años,es bautizado por la reina Isabel II.

EFE

LONDRES, ING.- Todo es de récord en este fantástico buque, desde su construcción en menos de dos años, hasta su capacidad para dos mil 650 pasajeros, pasando por sus dimensiones hasta por ser el más lujoso.

El Queen Mary II el primer trasatlántico construido desde 1969, navegó en su primera travesía desde los astilleros de Saint-Nazaire (Francia), donde fue construido, hasta el puerto de Southampton, en el sur de Inglaterra, tras una pequeña escala en Vigo (noroeste de España).

El capitán Ronald Warwick, de 63 años, aprovechó la subida de la marea del pasado 26 de diciembre para conducir las 150 mil toneladas del Queen Mary II hasta alta mar a través del estuario del Loira.

Warwick, nacido en el seno de una familia de marinos, tiene el honor de comandar esta auténtica fortaleza flotante, decorada en el tradicional estilo Art Deco de los históricos transatlánticos, como hiciera su padre con el también mítico Queen Elizabeth II.

“¡Izad la bandera británica!’’. Esa fue la primera orden que dio a su tripulación Ronald Warwick, quien no ocultó su “orgullo’’ de encontrarse al mando de “un navío como este, el más magnífico de todos’’, y más bello aún que el Queen Elizabeth II, del que fue nombrado “pacha’’ en 1990, en sustitución de su padre, William.

Más de mil 300 camarotes

Pilotear un barco de 345 metros de largo, 41 de ancho y 74 de alto, es decir, el equivalente de un edificio de 23 plantas, no parece angustiar a este hombre con pintas de lobo de mar.

Los que sí están inquietos son los Astilleros del Atlántico de Saint-Nazaire y los habitantes de la ciudad, pues tras la aventura del Queen Mary II se abre un período de incertidumbre, ya que no les ha llegado ningún encargo de nuevos barcos en los últimos dos años, frente a los 22 que tuvieron entre 1998 y 2001.

Les queda, eso sí, la satisfacción del trabajo bien hecho y el orgullo de haber construido el trasatlántico más grande del mundo. Sus quince puertos ofrecen una superficie de 39 mil metros cuadrados de camarotes, lo que equivale a cinco estadios de fútbol.

Está equipado con cuatro motores diesel y dos turbinas de gas, que deberán generar 154 mil caballos de potencia capaces de impulsarlo a 30 nudos de velocidad (casi 56 kilómetros por hora) sin turbar la paz de los dos mil 650 pasajeros y mil 250 tripulantes.

Viaje inaugural

Pero la velocidad no es el punto fuerte del barco, sino el lujo de sus instalaciones, entre las que destacan las dos suites, Balmoral y Sandringham, con una superficie de 209 metros cuadrados cada una, y que costarán, en su viaje inaugural, 41 mil 200 euros por persona, frente a los tres mil euros de los escasos camarotes que no tienen vistas, de un total de mil 310.

Todo ello adornado con obras de prestigiosos artistas que han sido valoradas en ocho millones de dólares, que han redondeado el presupuesto de 800 millones de euros abonados por el armador británico Curnard, filial del líder mundial de cruceros estadounidense Carnival.

La reina Isabel II de Inglaterra lo bautizó el pasado jueves, cuatro días antes de que embarcaran los primeros pasajeros para un crucero inaugural que partirá de Suthampton –de donde zarpó el Titanic en su fatídico viaje a Nueva York en 1912- con destino a Fort Lauderdale (Florida, Estados Unidos).

Seguirán en 2004 otros 18 cruceros y siete viajes de ida y vuelta Southampton-Nueva York, el primero de los cuales está previsto para el próximo 16 de abril.

Altas personalidades de la política y de la economía, patrocinadores y dirigentes deportivos tienen reservado en éste y otros seis cruceros de lujo a precios que oscilan entre los 300 y los cinco mil 500 euros diarios por el alojamiento en uno de sus camarotes.

Polémica y tragedia

La construcción del gigante comenzó en enero de 2002 y ha estado rodeada de polémica, empezando por las protestas de asalariados extranjeros de empresas subcontratadas -sobre todo rumanos, indios y griegos-, que se quejaron de los bajos salarios y las malas condiciones laborales.

Hasta seis mil asalariados han trabajado en la construcción del “Queen Mary II”, con un total de cuatro millones de horas de trabajo.

Pero la fiesta de su botadura tuvo un tinte de tristeza en recuerdo de las quince personas fallecidas el 15 de noviembre pasado al caer al vacío una pasarela de acceso al barco.

La sobrecarga de la pasarela de acceso al “Queen Mary II’’ fue, según las investigaciones judiciales en curso, la causa principal del accidente en los astilleros de Saint-Nazaire.

La pasarela tenía una resistencia máxima de 150 kilos, pero en el momento del accidente, cuando la ocupaban 48 personas, llegó a soportar más de 240 kilos.

Según el testimonio de varios testigos, incluidos algunos de los 30 heridos en el accidente, la pasarela que separaba los 15 metros de distancia entre el muelle y el barco, en dique seco, se “hundió’’ por el centro y se “descolgó’’ por el lado que la unía a tierra.

La pasarela, colocada por la compañía Endel, quedó suspendida en el aire unos instantes antes de desprenderse definitivamente del barco y precipitarse al vacío, desde una altura de 15 a 20 metros, con los visitantes y trabajadores.

La investigación también estudia la eventual responsabilidad de los astilleros en la autorización de las visitas de hasta doce invitados por trabajador cualificado durante el fin de semana, que se multiplicaron ante la espectacularidad del “Queen Mary II”.

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