07 de enero de 2004.
México, (EFE).- La Cancillería mexicana recibió hoy positivamente la propuesta de reforma migratoria que anunció el presidente de EEUU, George W. Bush, aunque dijo que seguirá su trabajo para que se regularice a los indocumentados y la migración.
El canciller mexicano, Luis Ernesto Derbez, dio la "bienvenida" a la propuesta de regularización de indocumentados y aseguró que "es un resultado concreto" a la insistencia de su país para "resolver los problemas" que enfrentan los alrededor de 4 millones de mexicanos que radican de manera ilegal en EEUU.
Pero agregó que su Gobierno seguirá "trabajando hasta que se obtenga lo que realmente busca", es decir, "un programa integral" que regularice la situación de los indocumentados y que regule los flujos fronterizos.
"Nunca puede usted pedirle al secretario de Relaciones Exteriores que esté satisfecho. No. Seguiremos trabajando en el logro de lo que siempre ha planteado el presidente Vicente Fox", declaró Derbez en una rueda de prensa.
"Para que tanto a aquellos que busquen (trabajo) de manera temporal, como a aquellos que ya se encuentren en Estados Unidos se le respeten y cumplan sus derechos laborales y humanos", añadió.
El canciller mexicano rechazó que el plan migratorio de Bush sea una compensación por la colaboración de México en las medidas de seguridad que ha aplicado desde los atentados del 11 de septiembre y que endureció la pasada Navidad.
"La seguridad y la migración son temas propios y no hay relación entre ambos", manifestó Derbez.
Agregó que la propuesta de Bush es una respuesta a la estrategia "paso a paso" que acordó el año pasado con el secretario norteamericano de Estado, Colin Powell, "para garantizar la seguridad, el empleo y el respeto a los derechos humanos y laborales" de los inmigrantes mexicanos.
No obstante, dijo que se deberán definir las especificidades propias para los mexicanos dentro de la propuesta y que Fox le presentará el lunes a Bush, durante la Cumbre Extraordinaria de las Américas en Monterrey (Mexico, norte) algunas "sugerencias" y "un calendario completo" para seguir el avance en el tema.
Los gobiernos de Fox y Bush iniciaron en 2001 negociaciones para lograr un acuerdo migratorio, pero éstas se estancaron tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de ese año.
Después de las tensiones del año pasado por la negativa de México a apoyar un ataque unilateral a Iraq, EEUU sacó el tema del acuerdo de la agenda bilateral.
En su comparecencia de hoy, Bush propuso un nuevo programa de trabajos temporales para "llenar las plazas" que no ocupan los trabajadores de EEUU.
El plan incluye otorgar visas temporales por tres años renovables a los empleados extranjeros que radiquen en EEUU y a aquéllos que vivan en el exterior, pero tengan una oferta de empleo en el país.
Bush aclaró que, de ninguna manera se tratará de una "amnistía" para los indocumentados, en su mayoría mexicanos, que les otorgue automáticamente la nacionalidad y advirtió que no se recompensará a quienes hayan ingresado ilegalmente al país.
El presidente de EEUU reconoció los beneficios que ha significado la migración para su país y argumentó que este nuevo programa permitirá tener fronteras más seguras.
