SAN FRANCISCO (AP) .- La tecnología aplicada al mundo de los insectos promete beneficios insospechados: mosquitos genéticamente modificados para eliminar la malaria, gusanos de seda diseñados para producir chalecos antibalas y gusanos del maíz y el algodón programados para autodestruirse antes de que acaben con las cosechas.
Los insectos genéticamente modificados encierran la promesa de beneficiar a millones de personas y erradicar enfermedades y plagas que provocan hambre en el mundo en desarrollo.
Sin embargo, a pesar de tan buenas intenciones, muchos científicos temen que consecuencias imprevistas puedan dañar a los seres humanos o al medio ambiente.
Los insectos son el primer eslabón en las cadenas alimenticias de todo el planeta. Sin embargo, el impacto que los modificados genéticamente pudieran tener sobre los ecosistemas apenas se está estudiando actualmente, incluso mientras los investigadores presionan para poder insertar en la naturaleza a los insectos alterados con biotecnología.
Tales interrogantes podrían ser de vital importancia, en especial cuando muchos investigadores están diseñando insectos para alterar la estructura genética de sus mismas especies.
A diferencia de las cosechas o el ganado genéticamente modificados, que al menos están diseñados para ser controlados, la meta de gran parte de esta investigación con insectos es introducir características genéticamente modificadas a sus poblaciones naturales.
Por ejemplo, hacer que las moscas tse tse sean incapaces de portar la enfermedad mortal del sueño, que afecta a millones de personas en África.
Hasta el momento no se ha realizado ningún experimento biotecnológico fuera de un laboratorio, pero algunos proyectos están próximos a hacerlo, una perspectiva que impulsó a la Iniciativa Pew sobre los Alimentos y la Biotecnología a exhortar al gobierno federal a implementar normas estrictas.
"Por lo general, la biotecnología parece avanzar con mayor rapidez que las normas", dice Michael Fernández, director científico del Pew. "Pero en este caso, tenemos el tiempo".
Ninguna ley estadounidense se refiere específicamente a los insectos modificados con biotecnología.
Las regulaciones del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) relativas a los insectos genéticamente modificados sólo rigen sobre "las plagas que atacan a las plantas", requiriendo que cualquier experimento fuera de laboratorio obtenga primero aprobación federal.