Se pueden atender solamente 40 menores de los que dsarrollan diversas labores en la vía pública
Los cuatro talleres protegidos del DIF Municipal resultan insuficientes y poco atractivos para los niños que trabajan en la calle, pues los infantes que aprenden algún oficio en este lugar reciben como compensación 30 pesos diarios y la administradora, María del Carmen Hernández Martínez, estima que sólo pueden atender a 40 menores.
Además, dijo, los ingresos son pocos y, por lo tanto, no son autofinanciables. En la actualidad son 27 menores de edad los que se capacitan en cuatro áreas: elaboración de piñatas, realización de macetas, panadería y carpintería. La mayoría de los niños trabajan en el turno vespertino, pues en la mañana asisten a la escuela.
?Yo pienso que lo que más puede tener cada taller son diez niños, no hay espacio suficiente y es un solo maestro; hay que entender que son niños que son inquietos y para el maestro es difícil?, manifestó la entrevistada.
Los miércoles son día de pago; los pequeños asalariados por cuatro horas cada día, durante cinco semanas, reciben 150 pesos.
El objetivo de los talleres es contrarrestar la presencia de los impúberes en actividades de riesgo efectuadas en los principales cruceros de la ciudad capital. Un gran porcentaje de los niños que en estos momentos laboran estaban antaño en el basurero municipal; sólo dos fueron rescatados de las calles.
?Trajeron nueve niños de la calle pero desertaron siete, pues ellos dicen que ganan más en su antiguo trabajo. El niño valora esto por la cuestión económica; no lo entiende como la protección que se le da. Entonces hay que hacer un trabajo social con ellos, ir a sus hogares y hacer una investigación?, dijo.
Asimismo, añadió, los padres de familia de estos menores son un factor importante para que se registre la deserción. ?Les dicen que es bien poquito lo que les pagan; eso influye negativamente, los desanima?, puntualizó.
Aunque aseguró que no se trata de un empleo formal, sino un adiestramiento para que aprendan nuevos oficios, los asistentes están sujetos a un horario y en el caso del turno matutino, que son siete niños, se les brinda el desayuno y la comida.
?Esta operación es costosa, hay que invertir en los materiales, en los alimentos de los niños, en su compensación... no es negocio?, estableció.
El taller que tiene mayor demanda es el de macetas; la producción no es considerable, pues se respeta el ritmo de trabajo de los propios menores. Es así como en el caso de las piñatas es lento el proceso para fabricarlas. En promedio son 10 ó 12 macetas por día.
Es la panadería el área que registra más actividad. Debido a que elaboran la galleta que se incluye en los desayunos escolares proporcionados por la institución de asistencia social, producen ocho mil piezas diariamente, que si bien están a la venta del público ya tienen un fin establecido.
?Hace falta mayor sensibilización por parte de la ciudadanía para que apoye los talleres; cuando la gente viene aquí no sólo adquiere una maceta: ayuda un niño a que salga adelante?, destacó.
ATENCIÓN
Se preparan
Son 15 personas las que se encuentran en este momento en el Albergue Municipal y las autoridades competentes se preparan para atender a un mayor número de duranguenses en la temporada invernal.
?Estamos preparados con cobertores, medicamento, realizando brigadas de guardias de salud y el albergue está abierto 24 horas?, declaró su administradora María del Carmen Hernández Martínez.
Indigentes, en especial ancianos, son los que en mayor proporción piden apoyo ante las bajas temperaturas y a pesar de que la posada tiene un reglamento en el que no se permite el acceso a gente alcoholizada o bajo los efectos de alguna otra droga, se realizan algunas excepciones, pues la vida de ellos corre peligro.
Tema aparte, dijo que brindan cerca de 30 servicios por mes en la funeraria municipal. El costo por un ataúd de madera para un adulto y el traslado a las honras fúnebres, así como al camposanto, tiene un precio de 500 pesos.