09 de octubre de 2004
Londres, (Notimex).- El rehén británico Kenneth Bigley logró escapar durante hora y media poco antes de su ejecución, según trascendió hoy en la prensa local, mientras Reino Unido guardaba luto en su
memoria en medio de varias manifestaciones de pesar.
Bigley habría logrado escapar de sus captores el pasado jueves con ayuda de algunos de los secuestradores, pero fue encontrado hora y media después de una granja de la ciudad de Latifiya, según informó este sábado la British Broadcasting Corporation (BBC).
De acuerdo con la BBC, que citó a testigos del hecho, ese intento de fuga habría precipitado la ejecución de Bigley, quien fue secuestrado el pasado 16 de septiembre en Bagdad, pero hasta ahora se desconoce la suerte que corrieron sus cómplices.
Bigley fue secuestrado por el grupo Tawhid wal Yihad (Unificación y Guerra Santa) del jordano Muqab al Zarqawi, presunto líder de la red Al Qaeda en Irak, que exigía la liberación de mujeres presas.
Otros reportes que trascendieron este sábado a la prensa indicaban que la ejecución del rehén británico había sido motiva por una operación llevada a cabo por fuerzas estadounidenses e iraquíes en Faluya y otras informaciones daban cuenta de un intento de rescate.
El ministerio británico de Relaciones Exteriores declinó comentar los reportes sobre el intento de fuga, así como sobre un posible rescate, al apuntar que todo lo que tenía que decirse ya había sido expuesto la víspera por el canciller Jack Straw.
Straw, en rueda de prensa la víspera, reveló que el gobierno de Reino Unido había mantenido contactos "secretos" con los secuestradores de Bigley para intentar salvarle, pero que éstos nunca quisieron renunciar a sus demandas.
Luto en Reino Unido
El cuerpo de Bigley, quien era originario de Liverpool, aún no ha sido recuperado por los representantes diplomáticos de Reino Unido en Bagdad, por lo que su familia y ciudad natal debieron conformarse este sábado con elevar oraciones por el descanso de su alma.
En Liverpool las banderas ondeaban este sábado a media asta en señal de duelo por la muerte de Bigley, mientras que a medio día la ciudad guardó dos minutos de silencio en su memoria en una acción que fue dirigida por el alcalde Frank Roderick frente al ayuntamiento.
Unas 200 personas se reunieron en el ayuntamiento de Liverpool para unirse al homenaje de silencio que fue interrumpido tras dos minutos por 62 campanadas, una por cada año de vida que tenía el rehén decapitado la tarde del pasado jueves.
Varios servicios y homenajes religiosos se sucedieron en las iglesias y templos de Liverpool, mientras que cientos de mensajes de pésame y personas se congreban en la casa de Lil Bigley, madre del rehén, para manifestarle su pesar por el deceso.
Los libros de condolencia dispuestos en Liverpool la víspera, tras conocerse la fatal noticia, se encontraban llenos de mensajes de dolor, mientras que en varias ciudades de Reino Unido se realizaban homenajes similares.
Las personas hacían largas filas para llenar los libros de condolencias dispuestos en la Catedral Católica y la Iglesia de Saint Mary, muy cerca del domicilio de la madre del rehén.
Condolencias reales
La reina Isabel II de Inglaterra envió a la madre de Bigley un mensaje privado para manifestarle sus condolencias por la muerte de Kenneth, mientras que Straw viajó personalmente la víspera a Liverpool para reunirse con la familia.
Los líderes del Partido Conservador, Michael Howard, y del Liberal Democrático, Charles Kennedy, también se apresuraron a expresar su pesar a la familia Bigley, así como a condenar la ejecución del rehén.
Los líderes musulmanes se reunieron esta tarde en una mezquita de ciudad de Birmingham, centro de Inglaterra, para condenar de forma pública la ejecución de Bigley y enviarle un mensaje de apoyo a su familia, de acuerdo con los reportes.
El Consejo Islámico de Reino Unido fue otra de las partes que se implicó en la campaña de liberación del ingeniero británico, e incluso una delegación de esa representación viajó a Bagdad para interceder por su vida.
La muerte de Bigley conmovió a la comunidad internacional ya que a lo largo de tres semanas su familia envió emotivos mensajes a los secuestradores, exhortándoles a dejarle libre y permitirle regresar a su lado, al tiempo que pidieron ayuda a varios mandatarios.
El presidente palestino Yasser Arafat y el líder libio Muammar Gadafi fueron algunas de las personalidades que participaron en la fiera campaña de liberación de Bigley, a la que se sumó también de manera fiel el gobierno de Irlanda.
La noticia de la ejecución de Bigley fue dada a conocer la víspera por una televisora árabe y poco después fue difundida a través de un video, en el cual se muestra la decapitación en la que participaron seis de sus captores.