Al término del acto de presentación del Informe, legisladores expresaron su rechazo dando todos la espalda al mandatario, quien aún estaba en la tribuna de oradores.
02 de septiembre 2004.
México, (EFE).- Los legisladores de oposición, principalmente del Partido de la Revolución Democrática (PRD), interrumpieron con gritos y pancartas en sucesivas ocasiones el Cuarto Informe de Gobierno del presidente de México, Vicente Fox.
Al término del acto de presentación del Informe, legisladores izquierdistas expresaron su rechazo con un gesto simbólico: dando todos la espalda al mandatario, quien aún estaba en la tribuna de oradores tras leer las 38 páginas de su texto.
Antes de comenzar la lectura del Informe, los representantes del PRD recibieron al presidente con pancartas y carteles contra el desafuero de Andrés Manuel López Obrador.
Durante la intervención interrumpieron a Fox de forma recurrente con gritos de "mentiroso", "Pinocho", y con consignas como "La patria no se vende", "Seguro Social, patrimonio nacional", "No al Fobaproa", "No se pudo, no se pudo", entre otras.
Las protestas de los diputados jalonaron la intervención de Fox, lo que motivó que el presidente del Congreso, Manlio Fabio Beltrones, se viera obligado a llamar al orden a los legisladores y solicitar respeto para Fox durante la lectura de su mensaje.
Obligado a suspender constantemente la lectura de su documento debido a las dos decenas de interrupciones por gritos del PRD prácticamente en todos los temas del informe, Fox tuvo también que caminar entre pancartas de protesta contra él que se mostraron en los pasillos del recinto parlamentario y, en ocasiones, llevadas hasta delante del estrado de oradores.
No obstante a la vez que interrupciones hubo aplausos de los legisladores del Partido de Acción Nacional (PAN), el de Fox, y de los invitados al Informe, lo que contribuyó a demorar más de lo previsto el acto oficial.
El Cuarto Informe de Gobierno se dio en medio de una creciente agitación y crispación social, y coincidió con masivas protestas callejeras que agruparon a miles de trabajadores de diversos sindicatos que han rodeado el Congreso en protesta por las reformas a las leyes como la que reforma el régimen laboral del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Los manifestantes, en su mayoría empleados de los sectores telefónico y eléctrico, del IMSS, del metro y de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), arrojaron huevos, basura y tomates a las fuerzas del orden, que les contuvieron en retenes.
Para garantizar el orden, las autoridades organizaron un dispositivo con más de tres mil policías de diversas corporaciones capitalinas y federales que resguardaron el Congreso.
Entre las movilizaciones más importantes destacó la del IMSS, que paralizó su actividad en medio millar de clínicas y unas ochocientas guarderías infantiles que controla.
