La visita de Jintao deja inversiones superiores a los 12 millones de dólares en sanidad y educación.
La Habana, (EFE).- La visita a Cuba del presidente chino, Hu Jintao, deja compromisos de inversiones por más de 500 millones de dólares y supone un fuerte espaldarazo político para el régimen de Fidel Castro.
El líder del gigante asiático concluirá hoy una fructífera y maratónica visita de Estado de dos días a Cuba, que ha permitido incrementar la cooperación bilateral y firmar 16 acuerdos que beneficiarán a sectores clave de la economía de la isla, como la producción de níquel.
El grupo chino Minmetals invertirá unos 500 millones de dólares en una planta de fierro-níquel en Moa (Holguín, este de Cuba), participada en un 51 por ciento por Cuba y en un 49 por ciento por China.
Minmetals y el grupo cubano Cubaníquel suscribieron un compromiso de compra-venta de 20 mil toneladas de sinter (níquel sin refinar) entre 2005 y 2009.
Ambos gobiernos acordaron también estudiar la creación de una empresa mixta para explorar un yacimiento de níquel en San Felipe (Camagüey, centro del país).
La visita de Hu Jintao deja además inversiones chinas superiores a los 12 millones de dólares en sanidad y educación, y el aplazamiento, en diez años, del pago de las obligaciones financieras contraídas por los créditos concedidos a Cuba entre 1990 y 1994.
La lista se completa con acuerdos sobre biotecnología, turismo y meteorología, entre otros sectores, discutidos en el I Foro de Inversión Cuba-China, que ha reunido a más de 200 empresarios chinos y otros tantos funcionarios cubanos.
Más allá de los acuerdos económicos, la visita ha permitido contrastar dos caras del modelo comunista: la apertura de China a los métodos empresariales del capitalismo frente a la centralización de Cuba, que está dando marcha atrás en las medidas liberalizadoras que impulsó tras la caída del bloque soviético en la década de 1990.
Pese a estas diferencias, tanto chinos como cubanos han dejado claro que el socialismo es la vía a seguir para el desarrollo de sus respectivos países.
El líder chino se reunió el lunes durante varias horas con Fidel Castro en el Palacio de la Revolución, sede del gobierno cubano.
Castro, que aún se recupera de la intervención en la rodilla a la que fue sometido tras su caída accidental de octubre, recibió a Hu Jintao en silla de ruedas, aunque se levantó por unos instantes para saludar a su invitado.
Hu Jintao y Raúl Castro, ministro de Defensa y segundo hombre del régimen cubano, se regalaron hoy elogios y declaraciones de buena voluntad durante sus breves intervenciones en el foro empresarial.
El mandatario chino, que a su llegada a la isla expresó su deseo de que "el pueblo cubano avance sin tregua por el camino de la construcción socialista", elogió la figura de Fidel Castro, "bajo cuya dirección, el pueblo cubano ha podido resistir enormes presiones y lograr notables éxitos".
"Frente a los profundos cambios en la situación internacional, Cuba y China deben fortalecer la cooperación, profundizar en el intercambio y desarrollar a plenitud los lazos de cooperación amistosa", añadió.
Raúl Castro, en su turno, saludó los avances logrados por el pueblo chino "guiado por el Partido Comunista".
En Cuba, continuó, el socialismo "es la vía que nos garantiza nuestra independencia y la defensa de nuestros intereses en medio del férreo bloqueo".
Cuba y China, que el próximo año cumplirán 45 años de relaciones, han superado el distanciamiento del pasado y han consolidado unos lazos que se han traducido en un incremento del 36 por ciento en su intercambio comercial, que entre enero y septiembre alcanzó los 401 millones de dólares.
Cuba es la última escala de la gira latinoamericana de Hu Jintao, que ha comprometido sustanciosas inversiones en Argentina, Brasil y Chile.