México, (Notimex).- Investigadores de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica (ESIME), del Instituto Politécnico Nacional (IPN), inventaron un electromiógrafo que mide la actividad del músculo en pacientes que presentan algún tipo de enfermedad.
Yolanda Olvera, maestra en Ciencias y catedrática del ESIME, plantel Culhuacán, dijo que dicho aparato, creado en 1995, ha permitido a los médicos medir la intensidad del dolor en enfermedades de contracción muscular.
De hecho, agregó, una característica de las enfermedades, en general, es que se manifiestan por medio del dolor y cuando éste existe, una reacción, digamos "natural" de la persona, es contraer el músculo de la zona donde está el malestar.
De esta forma, el electromiógrafo se utiliza para medir la actividad del músculo, completó la investigadora, quien añadió que dicho aparato ya se aplica en la Clínica del Dolor, del Hospital 20 de Noviembre, con muy buenos resultados.
A diferencia de los electromiógrafos que existen en el mercado, aclaró la también asesora de dicho nosocomio, el construído en la ESIME, en lugar de agujas, utiliza electrodos que se aplican a nivel de la piel.
Los aparatos que se comercian en el extranjero, continuó, tienen agujas que se clavan en el músculo del paciente, lo que le ocasiona un dolor adicional al que viene sufriendo, lo que hace al electromiógrafo menos exacto y confiable que el elaborado por nosotros.
Otras características, dijo, es que ese aparato es portátil, no se descalibra, tiene doble pantalla, para medir músculos sanos y contraídos al mismo tiempo, además de que se facilita su lectura tanto para el médico, como para el mismo enfermo.
Algo muy importante, subrayó, es que además de las características ya mencionadas, por ser una tecnología nacional, los costos se abaratan en un porcentaje muy alto, ya que importar un aparato de estos cuesta arriba de dos mil dólares, mientras que el mexicano, vale aproximadamente dos mil pesos.
Este aparato que ya ha sido probado en aproximadamente 200 enfermos de la Clínica del Dolor, ha permitido a los médicos llevar a cabo una evaluación más acertada y por lo tanto, una mejor medicación.
Sobre todo, aclaró Olvera, en pacientes pediátricos, quienes aún no tienen la capacidad de explicar lo que sienten respecto a problemas de salud, como son el síndrome miofacial, migrañas tensionales en las que se tensan los músculos de la cara o de columna vertebral, donde la contracción se presenta en la espalda.