12 de marzo de 2004.
WASHINGTON, (Reuters).- Auditores del Pentágono dijeron el jueves que la compañía Halliburton, que en el pasado estuvo dirigida por el vicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheney, había mostrado deficiencias "sistemáticas" en sus estimaciones de costos por miles de millones de dólares por su trabajo en Iraq.
La unidad de Halliburton Kellogg Brown and Root, bajo investigación por presunta sobrefacturación en sus servicios en Iraq, es el mayor contratista militar de Estados Unidos en el país árabe, con contratos que ascenderían a 18 mil millones de dólares.
"La Agencia Auditora de Contratos de Defensa (DCAA, por sus siglas en inglés) detectó deficiencias significativas en las prácticas estimativas de KBR relacionadas con los costos de los subcontratos", dijo el contralor saliente del Pentágono, Dov Zakheim, en una audiencia ante una comisión de la Cámara de Representantes.
Un memorando de la DCAA enviado al ejército, exhibido en la audiencia y fechado el 13 de enero, tres días antes que KBR ganara un nuevo contrato de mil 200 millones de dólares en Iraq, señaló que los auditores pidieron al ejército que se les informara antes de negociar contratos en el futuro por discrepancias en los precios.
"Las deficiencias en las estimaciones no son algo aislado, son sistemáticas", precisó un informe de una auditoría fechado el 31 de diciembre y adjunto al memorando.
El memorando de la DCAA dijo que KBR había admitido en diciembre que no había utilizado "información actual, precisa y completa para estimar los costos de los subcontratos" en los servicios para las tropas estadounidenses.
Pero Halliburton ha negado cualquier irregularidad y dice ser una víctima del clima político existente de cara a las elecciones del 2 de noviembre por sus lazos con Cheney, que dirigió la compañía entre 1995 y el 2000.
El Pentágono abrió una investigación criminal para determinar si la firma, con sede en Texas, sobrefacturó por suministrar combustible a Iraq mediante un subcontratista kuwaití.