EFE
CISJORDANIA.- El jefe de la Policía de Jerusalén, Ilan Franco, reveló ayer, que ha comenzado una investigación sobre recientes amenazas de muerte recibidas por teléfono contra el primer ministro, Ariel Sharon.
El jefe del Ejecutivo no ha sido el único que ha sido amenazado ya que Yonatan Basi, encargado de la Comisión para la aplicación del conocido como “Plan de Desconexión” de los palestinos también ha recibido amenazas de muerte.
La información coincide con la aprobación por amplia mayoría en el Gabinete para Asuntos Políticos y de Seguridad que preside Sharon, de los principios que guiarán la evacuación militar y el desalojo de los 21 asentamientos de Gaza y otros cuatro en el norte de Cisjordania.
La decisión se centra en propuestas para llevar a cabo la evacuación y el pago de compensaciones económicas a los colonos que deseen retirarse por su propia voluntad de los asentamientos previstos en el plan de Sharon.
Las llamadas amenazantes fueron recibidas en la sede de la Administración de la Desconexión -como se llama la comisión encargada de la aplicación de la iniciativa- en una zona industrial de Jerusalén, dijo Franco.
“Estamos estudiando las amenazas telefónicas en los últimos días”, precisó.
“Las amenazas de muerte fueron lanzadas contra el primer ministro y el personal de la administración. Uno de los que llamaron amenazaron con dañar físicamente al primer ministro”, agregó.
En una conferencia de prensa, Franco explicó que la Policía jerosolimitana tiene como uno de sus principales objetivos la localización de los comunicantes y se mostró confiado en que se produzcan arrestos en los próximos días.
Entretanto, la policía ha incrementado sus patrullas de vigilancia alrededor de la sede de la Administración y ha reforzado la protección policial para Basi y otros funcionarios del organismo.
El director de los servicios secretos internos (Shin Bet), Avi Dichter, advirtió al Gobierno hace unos dos meses de que activistas de derecha habían incrementado sus actividades radicales a raíz del anuncio del plan de desconexión y las intenciones de Sharon llevarlo a la práctica.
Asimismo, el pasado mes de julio el entonces ministro de Seguridad Interior, Tzaji Hanegbi, advirtió de que “sin duda hay personas, que según tengo entendido, han tomado la decisión de que si se llega al momento oportuno, salvarán el Estado de Israel. Que tratarán de arrebatar las vidas de ministros, del primer ministro y del personal de la Policía”.
Fuentes de los organismos de Defensa confirmaron los comentarios de Hanegbi y añadieron que el Shin Bet cree que activistas de extrema derecha son capaces de perpetrar un asesinato a fin de evitar que se aplique el plan de evacuación de Gaza.
En todo caso, el aparato de seguridad ha advertido de que no existen evidencias específicas de indiquen que haya planes de asesinar a algún individuo o dirigente político.
También destacan que no existen conversaciones grabadas en las que aparezca de forma explícita la intención de dañar o matar a figuras políticas, entre ellas el primer ministro.
En noviembre de 1995 un radical del ala nacionalista asesinó al entonces primer ministro israelí, Isaac Rabin, porque consideraba que “hacía demasiadas concesiones a los palestinos.