EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- El departamento de Recursos Humanos del Hospital General de la Secretaría de Salud, realiza una investigación interna motivada por la denuncia de un grupo de trabajadores, respecto a un supuesto mal uso de los relojes “checadores” para favorecer a una empleada que no está acudiendo a laborar.
El director de la institución, Luis Gerardo del Moral Rossete, aseguró que si los resultados de este procedimiento indican que se cometió una irregularidad, ésta se castigará de acuerdo con lo que establece el reglamento.
La dirección médica de la institución inició un proceso de reestructuración del departamento de Recursos Humanos, pues la manera en que venía operando no era la óptima, tomando en cuenta que el encargado de esta área, David Alain del Carmen Olvera, se desempeña como supervisor de personal de las Jurisdicciones Sanitarias Siete y Seis, correspondientes a la Región Lagunera de Coahuila.
La medida consiste en dejar a un encargado del área durante los tres turnos que diariamente trabaja el Hospital General, los 365 días del año, con la idea de que siempre exista un control interno en el desempeño de los trabajadores y haya una persona encargada de atender y dar solución a los problemas que se presentan en el momento.
Luis Gerardo del Moral consideró difícil que se pueda favorecer a tal o cual trabajador con el manejo de los relojes “checadores”, aunque indicó que se estará a la espera de los resultados de la investigación.
En cuanto a la queja por supuestos favoritismos en la entrega de estímulos y recompensas, el director de la institución rechazó que éstos puedan darse, toda vez que existe un Comité de Estímulos y Recompensas integrado por la parte sindical y patronal (tres representantes de cada una de las partes) quienes analizan las tarjetas de asistencia de los trabajadores y con base en cada récord otorgan dichos premios.
La decisión de conceder los estímulos y las recompensas mensuales, semestrales y anuales es, por tanto, de manera colegiada y se toma en cuenta a quienes no sólo son puntuales en su hora de entrada a laborar, sino que también cumplen con las expectativas de eficiencia y productividad en el nosocomio.
Auditoría
Del Moral Rossete informó que el Hospital General es objeto de una auditoría por parte del Consejo General de Salud del Estado, con el propósito de obtener la certificación hospitalaria que podría influir en la obtención de mayores apoyos y presupuesto para el funcionamiento de la institución.
Desde ayer, encargados de varios departamentos de la Secretaría de Salud en el Estado encabezados por el coordinador del Programa de Calidad, Jorge Martínez, permanecen en la institución con la intención de revisar documentos, programas de trabajo y manuales de operación a fin de otorgar la certificación.
Acusan a Medina Cervantes
La intromisión de los intereses políticos del alcalde de Matamoros, Felipe Medina Cervantes, pretende desestabilizar el funcionamiento del Hospital General a través de acusaciones sin fundamento por parte de quienes obedecen a ese propósito y se muestran renuentes a las nuevas formas de trabajar.
Enfermeras y médicos que forman parte del personal de base de la institución, señalaron bajo el anonimato, para evitar enfrentamientos, que la denuncia sobre un supuesto mal uso de los relojes “checadores” proviene de los empleados que integran el grupo de la actual directiva de la Sección 87 del Sindicato Nacional de Trabajadores de Salubridad y Asistencia (SNTSA).
“En todo el Sector Salud se sabe que ellos son gente de Felipe Medina Cervantes, actual presidente municipal de Matamoros y ex jefe de la Jurisdicción Sanitaria Número Seis y también que él está moviendo a toda su gente para desestabilizar las instituciones, quitar a quienes están al frente y estorban a sus intereses y colocar a miembros de su grupo, porque quiere ser el próximo secretario de Salud o tener algún otro puesto público”, acusaron.
Por desgracia, dijeron, se busca poner en juego el funcionamiento del hospital, que en los últimos meses ha elevado su productividad porque se ha organizado de una mejor forma el desempeño de los trabajadores, lo cual mantiene molestos a quienes no están acostumbrados a trabajar.
A su vez, los trabajadores de base hicieron serias acusaciones, en el sentido de que quienes no forman parte del grupo que ostenta la dirigencia no son tomados en cuenta para la entrega de estímulos y recompensas.
Denunciaron que las becas escolares no fueron repartidas entre quienes integraron la planilla roja y perdieron en la contienda por la dirigencia de la Sección 87, efectuada hace algunos meses; tampoco se les han otorgado préstamos complementarios e incluso, algunos miembros del comité sindical sólo acuden a checar tarjeta pero no cumplen con su jornada laboral.
“No entendemos cuál es la función sindical, pues es ilógico que se trate de perjudicar a los propios empleados, pero esto demuestra que se están anteponiendo otros intereses distintos a la defensa de los trabajadores”, según expresaron.
