Se ignora si se trató de un crimen o un suicidio la muerte de un profesor comunitario El cuerpo del mentor apareció tirado en plena calle del lugar de su residencia con un disparo en la cabeza y a pocos centímetros de su mano derecha, el arma calibre .45 con la que aparentemente fue privado de la vida o se consumó su deseo de escapar por la puerta falsa.
Personal del Grupo de Homicidios, además de elementos de la Comandancia de Canatlán, investigan las últimas horas de Raymundo Parra Blanco, de 27 años de edad, con domicilio en el poblado Santa Lucía, a quien ayer en la madrugada se le encontró agonizante en una calle del lugar.
Al llegar al sitio de los hechos, los elementos policiacos le observaron una herida en la región temporal derecha, con orificio de salida en el lado izquierdo y a poca distancia de la mano derecha una pistola calibre .45 con el cargador abastecido.
Trasladado por personal de la Cruz Roja a la clínica del lugar, el maestro de una comunidad en Tamazula dejó de existir debido a la gravedad de la lesión. De acuerdo a la versión de sus familiares, el hoy occiso desde el viernes 8 por la mañana salió rumbo a su trabajo, pero en lugar de irse, se dedicó a beber bebidas embriagantes.
Horas después llegó a su vivienda a bordo de un vehículo y al entrar sólo buscó algo dentro de los cajones de su ropa y de nueva cuenta volvió a salir en el mismo automóvil.
Poco tiempo pasó para que los propios vecinos que localizaron al moribundo mentor notificaran a sus familiares sobre el percance y al llegar al hospital de Canatlán fueron recibidos con la fatídica noticia de la muerte de Raymundo.
A pesar que la necropsia indicó que se trataba de un suicidio, las indagatorias avanzan para establecer quién le acompañaba y los lugares que frecuentó, en caso de tratarse de alguna venganza o riña de cantina.
