Autoridades informaron que se ha abierto un expediente y se estudian varias hipótesis, incluidas las de terrorismo, fallo técnico y "factor humano".
25 de agosto 2004.
Moscú, (EFE).- El equipo de investigación de la doble catástrofe aérea que causó 89 muertos anoche en Rusia aún no ha hallado pruebas de posibles ataques terroristas, según los servicios secretos, aunque la Fiscalía no descarta la versión de un atentado.
"Hasta el momento no se han hallado indicios de comisión de atentados terroristas a bordo de los aviones Tu-134 y Tu-154 que sufrieron catástrofes anoche en las regiones de Tula y de Rostóv", dijo el portavoz adjunto del Servicio Federal de Seguridad (FSB, ex KGB), Nikolái Zajárov, a la agencia Interfax.
Al tiempo, la instrucción sigue investigando una posible pista terrorista, según anunció el fiscal general, Vladímir Ustinov, en el Kremlin al presidente Vladímir Putin, quien regresó hoy súbitamente a Moscú del balneario de Sochi, en el mar Negro, donde pasaba sus vacaciones y a donde se dirigía uno de los aviones estrellados.
"Se ha abierto un expediente y se estudian varias hipótesis, incluidas las de terrorismo, fallo técnico y 'factor humano'", dijo Ustinov en la reunión, a la que asistieron también los titulares de Seguridad, Interior, Situaciones de Emergencia y Transporte.
El portavoz adjunto del FSB explicó, por su parte, que la instrucción actualmente investiga "la trasgresión de las normas de explotación de naves aéreas cómo principal hipótesis" sobre las causas de las catástrofes.
Ante todo, se verifica el posible empleo de combustible de mala calidad, lo que explicaría que ambos aviones se hayan estrellado por separado, pero con una diferencia de pocos minutos, tras haber salido del mismo aeropuerto moscovita de Domodédovo.
"Se verifican también versiones de fallos técnicos, empleo de combustible de mala calidad, violaciones de las reglas de carga de combustible y de pilotaje", agregó Zajárov.
Según las autoridades aeronáuticas rusas, el primer avión, un Tu-134, con 35 pasajeros y 8 tripulantes a bordo, que cumplía la rusa Moscú-Volgogrado, desapareció de los radares a las 19.57 GMT, cuando volaba sobre la región de Tula, a unos 300 al sur de Moscú.
Dos minutos después, 800 kilómetros más al sur, desaparecía también un avión Tu-154, con 38 pasajeros y 8 tripulantes, que se dirigía a Sochi, balneario en el mar Negro, y que había despegado una hora antes.
En un comienzo, fuentes próximas a la investigación dijeron que el avión que viajaba al balneario de Sochi, en el mar Negro, había emitido una señal de alarma por secuestro, pero más tarde precisaron que la señal fue de SOS, que puede incluir tanto un aviso de secuestro como de problemas técnicos a bordo.