16 de enero de 2004.
Las prácticas de tortura eran empleadas desde la década de los años sesenta y dejaron de realizarse en 1994, en el gobierno de Carlos Menem
Buenos Aires, (EFE).- El Gobierno argentino trabaja en la presentación de una denuncia formal ante la Justicia para que investigue la aplicación de prácticas de tortura como forma de entrenamiento militar en 1986, durante el gobierno democrático de Raúl Alfonsín, dijo hoy un portavoz oficial.
"Se está trabajando sobre una denuncia a presentar en la Justicia", señaló a EFE un vocero del Gobierno, que no pudo precisar la fecha exacta en que se realizará la presentación, aunque se cree que será la semana próxima.
Las prácticas con torturas se realizaban en una guarnición de la provincia central de Córdoba, unos 700 kilómetros al norte de Buenos Aires, y eran aplicadas a "presuntos prisioneros" y voluntarios de las tres Fuerzas Armadas.
El Gobierno argentino recibió más de una docena de fotos que mostraban torturas similares a las aplicadas durante la última dictadura militar (1976-1983) y, tras una veloz investigación, determinó que correspondían a un curso de comandos del Ejército, realizado en 1986 en la zona de Quebrada de la Cancha, en Córdoba.
En las fotos, que los organismos de derechos humanos dieron a conocer a la prensa, aparece la imagen de un hombre que está siendo torturado con una picana eléctrica, grupos de comandos desnudos al aire libre rodeados por alambres de púa y personas atadas.
El ministro de Defensa, José Pampuro, declaró hoy a los periodistas que estas prácticas eran empleadas desde la década de los años sesenta y que dejaron de realizarse en 1994, en el gobierno de Carlos Menem (1989-1999).
"Me consta que no se sigue repitiendo porque a partir de la nueva currícula que se adopta en los años noventa, todo el entrenamiento de grupos comandos se rige por la Convención de Ginebra", explicó.
El alto funcionario consideró que ahora hay que investigar si alguno de los comandos formados en estas prácticas sigue en activo y señaló que los responsables de autorizar estos "vejámenes" fueron los jefes militares y los ministros de Defensa de aquellos años.
"Todavía alguno de los comandos formados en estas instrucciones puede estar en activo en el Ejército (...) Evidentemente quienes condujeron la fuerza en esos años sabían que esto se hacía. Los responsables directos en estos casos son los jefes del Ejército y el ministro de Defensa", explicó Pampuro.
Los principales organismos de derechos humanos solicitaron una "exhaustiva investigación" para confirmar si alguno de los participantes en estas prácticas formaron parte de la represión ilegal durante la última dictadura militar.
En cada curso participaban unos 40 voluntarios, que supuestamente están registrados en el archivo de las Fuerzas Armadas, lo que podría aportar importante información a la causa.
Los únicos participantes identificados hasta el momento son los que figuran en las fotos, que llegaron a manos del organismo humanitario Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) hace una semana de parte de una tienda de fotografía.
Ante la sospecha que pudieran ser fotos vinculadas con la dictadura, el encargado de la casa de fotografía se las entregó al CELS, que luego se las dio al gobierno, el que finalmente confirmó que habían sido tomadas en 1986, en Córdoba.
"Chequeamos el nombre de todos los que aparecían en las fotos y ninguno estaba registrado como represor de la dictadura, pero vamos a seguir investigando. También vamos a acompañar al presidente Néstor Kirchner en la investigación", dijo a EFE Tati Almeida, presidenta de las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora.
Por su parte, el jefe de Gabinete de ministros, Alberto Fernández, condenó duramente las prácticas de tortura al considerar que con ellas "se estaba ensuciando al Estado".
"El Estado no puede instruir a la gente a soportar torturas y mucho menos puede tener oficiales torturando a otros (...). Si usted enseña que puede ser apresado, sometido a una sesión de tortura, lo que está indirectamente enseñando es que usted en las mismas condiciones puede hacer lo mismo", dijo Fernández a la emisora Radio 10.
