Víctor Trujillo asegura que a veces hasta se asusta de lo bien que se siente sin "El Payaso Tenebroso"
SUN-AEE
MÉXICO, DF.- Hace seis meses que el actor Víctor Trujillo abandonó a su personaje de “El Payaso Tenebroso”, pero de todos modos toma una tijera y pincha el globo rojo. Adentro hay un papelito con una pregunta para Brozo: Si un diputado panista te ofreciera el video de Carlos Ahumada negociando con Andrés Manuel López Obrador, ¿regresarías?
Para invocar a Brozo desde su exilio involuntario, fue necesario poner las preguntas en globos y pedirle a Víctor que actuara como médium.
Trujillo lee la pregunta y se rasca la cabeza: “Estoy haciendo contacto... dice Brozo, yo no, sino él; dice que no te la jales, que el video de Ahumada con AMLO (Andrés Manuel López Obrador) no existe, pero que hay uno de tu jefa con Ahumada...” y ahí se perdió la conexión. Parece que sobre asuntos de política es mejor preguntarle a Víctor.
-Fray Servando decía que entre los hombres se necesitan farsas porque todo es una comedia, ¿eso está pasando con los videos de corrupción?
-Los videoescándalos tienen mucho éxito; no porque los perredistas fueran los malos del país, sino porque los videos confirmaron lo que sospechamos durante décadas. Ahora nos toca subrayar los vicios y a los viciosos; ser responsables de nuestra ciudadanía. Pero creo que nos hemos movido en el género de la comedia, todavía no llegamos a la tragedia, aunque estamos haciendo todo lo posible. Existe una inteligencia popular con un sentido del humor que no permite que la leche se caiga de la olla.
-Con el beneficio de la distancia y ahora que ya dejaste a Brozo, ¿qué papel jugó el “Payaso Tenebroso” en esta comedia?
-Después del asesinato de Luis Donaldo Colosio decidimos buscar la forma de involucrar a Brozo en las noticias. El país iba a dar un giro irremediable y nuestra idea era acompañar esta etapa de la vida nacional y no verla desde la tele en nuestra casa.
-¿Entonces, Brozo es un acompañante?
-Brozo es un instrumento, es mi “hardware”; eso era lo que buscábamos en esos momentos para desolemnizar y machacar en las noticias de la alternancia y la apertura democrática.
La vida es un cuento
En 2004 Víctor Trujillo se convirtió en personaje central de la política, con la transmisión del video de René Bejarano “in fraganti” en actos de corrupción el tres de marzo de ese mismo año. Apenas dos meses después, Trujillo sufrió la muerte de su esposa Carolina Padilla.
Ahora que lo piensa, Víctor está convencido de que 2004 podría ser un cuento que se llamaría “El Ciclo de la Vida”, con un subtítulo entre paréntesis: “O Aprender a Palos”.
-“La sinopsis sería que en este año se terminó una etapa de mi carrera y de mi vida, pero que empezó la reinvención de ambos rubros con nuevos horizontes, pero las mismas bases”.
-Y si ese cuento fuera adaptado al cine en un documental, el conductor de El Cristal con que se Mira querría al cineasta Alfonso Cuarón, de director, y al actor Chucho Ochoa, como Víctor Trujillo.
-¿No te gustaría el actor Alfred Molina, el que hizo a Diego Rivera en la película Frida?
-También estaría “chido”, apúntalo, a ver quién nos cobra más barato.
-La gente solía preguntarte qué eras antes de Brozo, pero ahora se pregunta quién eres después de Brozo.
-Hay cosas que he estado descubriendo cada semana sobre Víctor Trujillo. He descubierto que me puedo apasionar porque soy un hombre pasional, o que puedo ser claridoso porque me gusta ser claridoso. La verdad es que me caigo bien, no tanto como para verme en la tele, pero sí para hacer tele.
Víctor Trujillo mira los tres libros en el escritorio: El Retrato de Dorian Gray, de Oscar Wilde; Los Amores Ridículos, de Milan Kundera; y José Revueltas y el 68, compilación de Andrea Revueltas.
Víctor tiene que escoger alguno para reflexionar sobre un asunto particular, así que decide levantar El Retrato de Dorian Gray. La pregunta es: ¿Brozo es tu retrato de Dorian Gray, es decir que el payaso es el famoso y el que envejece mientras que a Víctor no le pasa nada?
-No. Pero la gente y la prensa piensan que sí. Cuando Brozo comenzó a funcionar, la gente creía que Víctor era igual que Brozo y entonces me veían en la calle y me mentaban la madre porque pensaban “pues ha de ser igual al payaso”. Se nos ocurrió inventar a La Beba... para tener un contrapeso, pero entonces dijeron que yo era joto. En realidad no andas por la vida como Brozo ni como La Beba; ahora que estoy trabajando sin Brozo me siento muy a gusto, a veces hasta me asusto de lo bien que me siento conmigo mismo.
Luego, Trujillo escoge a Milán Kundera, en cuya página 63 dice: “La vida es breve; tenemos que aprovechar cada minuto”. Víctor responde: “Es cierto, muy cierto. Ahora sé que la muerte es real y que el mañana no existe. Lo aprendí con el fallecimiento de Carolina, sé que sólo por hoy en todo lo que hago, en la relación con mis hijas, el trabajo, mi vocación. Ya vi que el mañana es un mito; creo que esa es la gran lección para mí en 2004.
Ni en Hawai, ni en el cielo
Además del globo rojo, Víctor Trujillo reventó uno para preguntarle a Brozo si estaba en el mismo lugar donde están Gina Montes, Manuel Muñoz Rocha, el ex delegado de la Gustavo A. Madero y Pedro Infante.
“No estoy ni en Hawai, ni en el cielo”, dijo Brozo a través de Trujillo. “Pero ahora que me invocaste voy a aparecerme en las noches para jalarte las ‘nailón”.
Y al final, un globo blanco para preguntarle a Brozo ¿qué pensaba del nuevo noticiario de Víctor Trujillo?
“Te agradezco mucho que me informes que es un noticiario, porque yo pensaba que eran cápsulas del Teletón. Solamente lo he visto una vez y me guacaré durante tres días. Lo que más me duele es que esta lavativa tiene el mismo rating que El Mañanero”.
Víctor Trujillo se desconectó de Brozo y cerró la entrevista con una una carcajada: “Está ardido”, dijo Trujillo.