Internacional Jeffrey Epstein Chile Israel-Palestina Donald Trump Narcotráfico

Involucra testigo a la CIA en torturas a prisioneros

Señala dos oficiales que "altos mandos" supervisaban las vejaciones a los detenidos.

REUTERS

BAGDAD, IRAK.- Los testigos en el juicio de un soldado de Estados Unidos acusado de vejar prisioneros iraquíes en la cárcel de Abu Ghraib han dicho a la corte que a veces la CIA dirigió las vejaciones y se recibieron órdenes del comando militar para endurecer los interrogatorios.

La evidencia, que aportaron dos oficiales que prestaron servicio en la prisión, está entre las más fuertes en los juicios de Abu Ghraib que señalan una mayor participación de altos mandos en las vejaciones además de órdenes superiores para ?ablandar? a los detenidos.

Previamente, el Pentágono ha dicho que las vejaciones físicas y sexuales que ocurrieron en la prisión fue el trabajo de unas pocas ?manzanas podridas? que actuaron por iniciativa propia.

Al testificar en el juicio de corte marcial del Sargento Ivan Frederick, quien enfrenta cinco cargos de vejación de prisioneros, el capitán Donald Reese, un comandante de la policía militar en Abu Ghraib, dijo que la CIA estuvo involucrada en la vejación de los detenidos.

Reese dijo que funcionarios civiles ?OGA? -siglas en inglés de ?Otra Agencia del Gobierno?, utilizada para referirse a la Agencia Central de Inteligencia- interrogaron a los detenidos iraquíes por las noches, cuando había un menor control en la prisión.

Un recluso, al que los interrogadores de la CIA habían privado del sueño, estaba sufriendo de ?ataques de pánico?, dijo Reese.

?Ellos (la CIA) llegaban en cualquier momento del día. Entraban por la puerta trasera y ponían (prisioneros) en una de las celdas. Los OGA nos dijeron que volverían por ellos más tarde?, dijo el miércoles Reese a través de una conexión por video desde Estados Unidos.

Se esperaba que el juicio de Frederick, que comenzó el miércoles en un campo en las afueras de Bagdad, finalizara a última hora de ayer. El sargento se declaró culpable de los cinco cargos en su contra, aunque negó algunos de los detalles.

Reese, al frente de la Compañía 372 de la Policía Militar, dijo que había tantos tipos de interrogadores en el lugar que se hacía difícil seguirlos. Mencionó a personal de la CIA, la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), la inteligencia militar y la policía militar.

?Era muy confuso?, indicó Reese. ?A veces utilizaban ropa de civil, a veces uniformes militares. Y la inteligencia militar a veces no llevaba la identificación con su nombre en el uniforme?, añadió.

El capitán dijo que había visto detenidos desnudos en la prisión poco tiempo después de haber llegado en octubre y se preguntó qué era lo que ocurría allí. ?¿Preguntó por qué estaban desnudos??, inquirió a Reese el abogado de Frederick, Gay Myers, en la corte: ?Me dijeron que estas acciones eran obra de la comunidad de inteligencia militar y que era una práctica aceptada?, respondió Reese.

Al ocupar su lugar en el estrado, el oficial Kevin Kramer, un soldado de inteligencia militar, dijo que había recibido un correo electrónico en agosto, antes del momento en que se cree que ocurrieron las vejaciones, en el que le pedían que se ?endurecieran? los interrogatorios.

?Se nos dijo que no estábamos obteniendo la (información de) inteligencia que esperaban. Por eso decían que no estábamos realizando los interrogatorios necesarios para obtener la inteligencia?, dijo Kramer a la corte.

Kramer dijo que el correo electrónico, que se leyó en la corte y fue admitido como evidencia, había llegado de un capitán en el comando liderado por Estados Unidos en Bagdad y el mensaje le pedía a él y a otros en puestos similares que hicieran que los interrogadores ?se quitaran los guantes?.

?Se tienen que sacar los guantes, caballeros, en relación con estos detenidos?, decía el correo electrónico. También indicó que un oficial, el Coronel Boltz, ?quiere a los detenidos quebrados?. No había más detalles sobre la identidad del oficial.

?Querían que nosotros realizáramos interrogatorios más agresivos?, dijo Kramer.

Myers preguntó si hubo alguna reacción entre la comunidad de la inteligencia militar que recibió el correo electrónico.

?Estábamos conmocionados?, dijo Kramer y agregó que no creía que los comandantes del Ejército estadounidense conocían o comprendieran lo que establece la Convención de Ginebra.

DEJA DIEZ MUERTOS COCHE BOMBA

Los dos automóviles bomba que explotaron en esta ciudad, que las fuerzas iraquíes y norteamericanas le arrebataron a rebeldes, fueron activados por elementos suicidas que causaron la muerte de diez civiles y heridas a más de una docena de personas, dijeron fuentes médicas ayer.

Un total de diez civiles, entre ellos tres niños y tres mujeres, fallecieron mientras otras 14 resultaron heridas en los ataques gemelos, dijo el mayor Saadun Ajmed Matrud, jefe de seguridad del Hospital General de Samarra.

?Fueron hospitalizadas 14 personas heridas, entre ellas niños y mujeres?, indicó.

El saldo mortal no incluye a los suicidas que hicieron estallar los automóviles bomba con ellos adentro, dijo Matrud.

El Ejército norteamericano informó que un niño murió y otras 13 personas murieron en los atentados.

CLAMA ESPOSO DE HASSAN SU LIBERTAD

El marido de la cooperante británica secuestrada en Irak volvió ayer a lanzar un angustiado llamamiento por su liberación, y recordó que su mujer, Margaret Hassan, consagraba su vida a ayudar a los niños iraquíes.

En conferencia de prensa celebrada en un hotel de Bagdad, Tahseen Ali Hassan recordó que su esposa, directora en Irak de los programas de ayuda de la organización internacional ?Care?, se dedicaba desde hacía 30 años a asistir al pueblo iraquí en sus necesidades.

?Hago un llamamiento al grupo que secuestró a mi esposa para que la deje libre y le permita regresar con su familia en Irak y sus parientes en el extranjero?, dijo Tahseen en tono emocionado.

El esposo de la cautiva reconoció no tener idea sobre los secuestradores, su origen o las razones que les indujeron para el rapto de su mujer.

?No hay ninguna clase de contactos con los secuestradores, y no tengo ni idea de quiénes son los responsables del secuestro?, afirmó, evitando cualquier palabra que pudiera considerarse un insulto o una crítica hacia ellos.

Hassan recordó que, además de la británica, su esposa posee también la nacionalidad iraquí desde hace quince años, ?y proporcionaba asistencia humanitaria a los iraquíes de siete provincias, incluida Bagdad?.

Este es la segunda petición de clemencia de Tahseen después de que ayer lanzara un primer llamamiento a los captores, a través del canal de televisión emiratí ?Al Arabiya?.

?Quiero recordar a los secuestradores que estamos en el mes santo de Ramadán y en el nombre del carácter humanitario del Islam apelo a vosotros para que liberéis a mi mujer, porque no tiene nada qué ver con la política?, dijo en declaraciones a esa cadena.

Margaret Hassan, de 52 años y nacida en Irlanda, fue secuestrada a primera hora de la mañana del martes pasado cuando se dirigía desde su domicilio a la sede de ?Care? en una zona del oeste de Bagdad.

Leer más de Internacional

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Internacional

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 115474

elsiglo.mx