La reserva de protección tiene un saldo deficitario por dos mil 984 millones de pesos.
SUN-AEE
MÉXICO, DF.- A pesar de que en seis meses entrará en vigor la última etapa de protección a depositantes en la que sólo se garantizará poco más de un millón de pesos, la reserva para la protección al ahorro bancario está seca. Reporta un saldo deficitario por dos mil 984 millones de pesos.
Mientras que en México el fondo tiene cifras negativas, en Estados Unidos hay acumulados 31 mil millones de dólares.
La reserva se utiliza para pagar a los ahorradores en caso de que una institución quiebre tal y como ocurrió con Banca Quadrum.
Los recursos para proteger a los depositantes se conforman con 25 por ciento de las cuotas que aportan los bancos; en caso de que una entidad cierre y no se cuente con el capital necesario en las reservas, el Gobierno aporta también.
En diciembre de 2002, el Instituto tuvo que echar mano del ramo 34 del Presupuesto de Egresos de la Federación por un monto de cuatro mil 702 millones, aproximadamente.
Sin embargo, a ese saldo ya se le restaron 870 millones por concepto de cuotas, 475 millones por recuperaciones y subrogaciones, así como actualizaciones con capital mensual por 307 millones.
El monto acumulado pendiente por cubrir asciende a tres mil 664 millones, de los cuales el Instituto de Protección al Ahorro Bancario (IPAB) redujo 680 millones por la estimación de recuperación en Quadrum, Industrial, Anáhuac y Sureste. Con ello se contabiliza un déficit por dos mil 984 millones.
En enero de 2005 inciará la última fase de protección a ahorradores. A partir de esta fecha, los bancos, en caso de contingencia, sólo protegerán el equivalente a 400 mil Unidades de Inversión (Udis) -cerca de un millón 300 mil pesos.
Según la propia Ley del IPAB, cuando se determine la liquidación o se declare el concurso mercantil de una entidad, el Instituto procederá al pago de obligaciones garantizadas líquidas y exigibles, con cargo a este organismo.
Los recursos que quedarán exentos de protección son: las obligaciones a favor de entidades financieras nacionales o extranjeras y el capital a favor de cualquier sociedad que conforme parte del grupo financiero al cual pertenezca el banco.
Tampoco se pagarán los pasivos documentados en títulos negociables, así como los emitidos al portador, los depósitos a favor de accionistas, miembros del consejo de administración y de funcionarios de los dos primeros niveles jerárquicos de la institución de que se trate.
No se garantizarán las operaciones que no se hayan sujetado a las disposiciones legales, reglamentarias, administrativas o que violen las sanas prácticas y usos bancarios; en las que exista mala fe del titular y las relacionadas con actos u operaciones ilícitas.
Aún con el límite en el seguro de depósito más del 95 por ciento de los recursos confiados en los bancos quedarían protegidos.
Pero en caso de tener una cuenta de ahorro superior al millón 300 mil pesos se recomienda dividirla en dos partes.
ASUMIR RIESGOS
Intro: El ahorro en cualquiera de sus modalidades se convierte en inversión, ante este contexto, el director adjunto de Nacional Financiera (Nafinsa), Federico Patiño, dijo que para impulsar el desarrollo de la industria de capital de riesgo, se requiere un nuevo marco regulatorio. Estos son los puntos más sobresalientes:
· Se debe crear una cultura empresarial sobre el capital de riesgo porque es un vehículo para apoyar la institucionalización de las empresas.
· El capital de riesgo brinda mayor certeza en la rentabilidad de las inversiones y permite detonar la Inversión Extranjera Directa.
· En el ámbito internacional, Estados Unidos participa con 55 por ciento del capital de riesgo, mientras que América Latina sólo tiene uno por ciento del mercado, en el que México cubre apenas diez por ciento.
· Nafinsa es el principal inversionista accionario directo en México, con una aportación de 140 millones de dólares en diez sociedades de inversión de capital (Sincas), 13 fondos multinacionales y cuatro regionales.
FUENTE: Agencias
La era de los bancos...
Alfredo Harp Helú, ex presidente del consejo de administración de Grupo Financiero Banamex, anticipa que la mejor época de la banca en México está por llegar.
"El momento que viven las instituciones financieras lo hubiésemos querido las generaciones de los últimos treinta años", agrega.
En entrevista, el ex banquero afirma que la situación macroeconómica del país es alentadora, la inflación se ubica en niveles de países industrializados y las tasas de interés son de las más bajas.
Lo anterior, dijo, permite que se genere ahorro interno, que se obtiene a través de instrumentos como las Sociedades de Inversión Especializadas en Fondos para el Retiro (Siefores).
Harp Helú subraya que los réditos son mejores a los que se registraron en los años 50 y 60: "Son tasas que no se habían visto".
Y asegura que la banca tiene los recursos suficientes para prestar, sin embargo, aclara que los corporativos tienen ahora una amplia gama de opciones de financiamiento, debido a la globalización.
El financiero, que se retiró de los reflectores para dedicar su vida a la filantropía y al beisbol, insiste que el sistema bancario mexicano se mantiene sólido y sano. "Creo que la banca vivirá su mejor momento de los últimos diez años".
El ex banquero expone que el país está estrechamente ligado a los movimientos financieros de Estados Unidos, pero "México merece un mayor crecimiento porque estamos muy atrasados".
Recuerda que en la época de la hiperinflación se cayeron varios indicadores como el de salarios, de ahí que sean primordiales los ajustes estructurales para avanzar en el desarrollo.
Harp subraya que son necesarios los cambios legislativos que permitan completar la producción energética y la reforma fiscal para que el gobierno capte más dinero "pero no para que lo gaste sino para tener un estado fuerte".
Y asegura que se ha demostrado las empresas de gobierno suelen ser ineficientes.