EFE
CISJORDANIA.- Israel ha criticado con dureza la decisión de la Asamblea General de la ONU que condena el muro que se levanta en tierras cisjordanas y asegura que seguirá adelante con la construcción y que la acelerará en algunos puntos.
“Estamos muy decepcionados del voto llevado a cabo en la Asamblea General de la ONU, lo que demuestra que el mundo considera irrelevante la lucha contra el terrorismo”, dijeron fuentes del Ministerio israelí de Asuntos Exteriores en Jerusalén.
Y es que Israel sostiene que el objetivo de la barrera física es el de impedir la entrada de atacantes palestinos al territorio israelí.
Funcionarios israelíes reiteran que desde la década de los 90 se han registrado más de 150 atentados suicidas y desde que se inició en septiembre de 2000 la “Intifada de Al Aqsa”, el alzamiento palestino contra la ocupación israelí, ha habido 76 atentados palestinos, que disminuyeron de forma considerable en los últimos meses “gracias a la barrera de separación”.
Las fuentes diplomáticas israelíes agregaron que pese a la resolución de la ONU, que al igual que el dictamen de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya del pasado día nueve no tiene carácter vinculante, “Israel seguirá adelante con el levantamiento de la barrera”.
“Incluso aceleraremos las labores de construcción en algunos puntos”, señalaron las fuentes israelíes.
Israel ya se opuso en su día a que la CIJ de La Haya debatiera acerca de la cuestión del polémico muro y no presentó alegatos en la primera fase del proceso, al no reconocer la capacidad jurídica del tribunal.
La Asamblea General de la ONU aprobó ayer por una abrumadora mayoría una resolución que exige el cumplimiento del dictamen judicial de La Haya, que declaraba ilegal el muro y exigía a Israel su desmantelamiento.
El texto fue aprobado por 150 votos a favor, seis en contra y diez abstenciones después de intensas negociaciones que permitieron llegar a un acuerdo entre el grupo árabe y la Unión Europea (UE).
La resolución afirma que Israel debe cumplir las obligaciones que se desprenden del dictamen de la CIJ, que exigía además el pago de indemnizaciones a los palestinos afectados por su construcción.
El primer ministro israelí, Ariel Sharon, declaró tras conocerse la resolución: “Cuando observamos lo que sucedió en La Haya, nos damos cuenta de lo difícil que es nuestra situación en el mundo, cómo la comunidad internacional puede apreciar que los palestinos sufren molestias antes de que Israel sufre severos daños”.