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Jaque mate/1972 y 2004

Sergio Sarmiento

“El presente casi siempre

rectifica el pasado”.

José Donoso

WASHINGTON, D.C., EUA.- La primera vez que visité Estados Unidos fue en 1972, cuando tenía 18 años. Debo reconocer que yo tenía una mala imagen de este país. Lo consideraba una nación manchada por la discriminación racial y por un sistema económico que promovía la desigualdad social. Se trataba asimismo de la potencia que estaba haciendo la guerra en contra de un país pequeño, Vietnam, para imponerle su sistema económico.

Viniendo del México de Echeverría, sin embargo, Estados Unidos me sorprendió. Para empezar fue una lección para mí el ver la campaña de George McGovern. Un político podía luchar en contra del presidente en funciones, Richard Nixon y cuestionar su política, incluso ante la guerra en Vietnam, sin temor a ser detenido, expulsado o asesinado. Mi primera lección en Estados Unidos fue acerca de la democracia.

Las demás lecciones llegaron poco a poco. Entendí que el sistema de mercado libre en Estados Unidos generaba más empleos y prosperidad que el de intervención del Estado en la economía que teníamos en México. Me di cuenta de que el sistema estadounidense, con sus pesos y contrapesos y su Poder Judicial independiente, no era perfecto pero tenía mejores posibilidades de transformarse y mejorar que el rígido sistema de la presidencia imperial mexicana.

Desde entonces he tenido una gran admiración por el sistema político y económico estadounidense. Esto sorprenderá a quienes hayan leído mis críticas a la política del Gobierno de Bush en economía y en el caso de Irak. Pero hay que entender que esa política se puede criticar partiendo de los valores fundamentales de la nación estadounidense.

Hoy en Washington encuentro un ambiente político similar al de 1972. En la Casa Blanda se encuentra un presidente de derecha, George W. Bush, ante el cual se levanta un candidato surgido de la tradición liberal de este país, John Kerry. La guerra en Irak y el tratamiento de los presos capturados en esa guerra y en la de Afganistán han polarizado a la sociedad estadounidense. Lo mismo ocurre con el enorme aumento del gasto gubernamental que ha realizado el presidente Bush. Los grandes temas de equidad y de ética se están discutiendo hoy como ocurrió en 1972.

Yo no sé si Kerry tiene realmente posibilidades de ganar la presidencia de los Estados Unidos. Aunque las encuestas de opinión lo colocan en un virtual empate con el presidente Bush, la candidatura independiente de Ralph Nader le puede quitar justo los votos necesarios para el triunfo. Kerry obtiene la mayor parte de su apoyo de las grandes ciudades, pero Bush sigue siendo abrumadoramente popular en las conservadoras zonas rurales. Kerry está haciendo los cuestionamientos correctos sobre la guerra en Irak, pero para muchos estadounidenses, que todavía cargan el dolor de los ataques del 11 de septiembre de 2001, cualquier cuestionamiento a la política exterior del presidente Bush representa una traición a la patria.

El proteccionismo comercial de Kerry, acentuado ahora con la selección de John Edwards como candidato a la vicepresidencia, es un riesgo y una preocupación para cualquier mexicano. Después de todo, México necesita que Estados Unidos mantenga sus fronteras abiertas para poder aspirar a darles un mejor nivel de vida a los mexicanos. Sin embargo, tras el desastroso desempeño económico de Bush, con la transformación del superávit fiscal en un déficit brutal, no hay mucho positivo que encontrarle a Bush en el campo económico. En cambio está ahí el recuerdo del impecable manejo que el demócrata Bill Clinton tuvo sobre la economía.

Los electores de Estados Unidos tendrán este próximo noviembre la posibilidad de darle a su país nuevamente un cauce congruente con sus principios fundamentales.

Estados Unidos no tiene porqué ser la potencia que intervenga en otros países simplemente porque su inteligencia se equivocó sobre su supuesta posesión de armas. No tiene porqué mantener prisioneros en una isla sin posibilidad de defensa legal. Estos abusos son contrarios a los principios fundamentales de Estados Unidos.

Hoy los estadounidenses tienen una gran oportunidad de cambiar el rumbo de su país. En 1972 no lo quisieron hacer y no le dieron su voto a McGovern, pero los otros contrapesos de su sistema funcionaron. Así, fue el propio Nixon quien retiró las tropas estadounidenses de Vietnam antes de que el escándalo de Watergate lo expulsara de la Casa Blanca. Habrá que esperar que en esta ocasión el desenlace venga directamente de las urnas.

UNT e IMSS

La posición de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), con su amenaza de una huelga nacional si se enmienda la Ley del Seguro Social, es: defendamos los privilegios del sindicato del Seguro Social aunque destruyamos al IMSS.

Correo electrónico:

sergiosarmiento@todito.com

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