“Los partidos trataban de hacer de él un político, cuando no era más que un gran mexicano.”
Justo Sierra, al respecto
de Vicente Guerrero
Amalia García bien puede ser la primera mujer en asumir el gobierno de un estado mexicano en un proceso realmente democrático. Es verdad que otras mujeres han sido gobernadoras, pero nunca como resultado de una elección realmente democrática.
Griselda Álvarez fue gobernadora de Colima y Beatriz Paredes de Tlaxcala, pero ambas fueron seleccionadas por el presidente de la república en un tiempo en el que no había elecciones limpias y equitativas en el país. Dulce María Sauri fue gobernadora de Yucatán y Rosario Robles jefa de gobierno del Distrito Federal, pero las dos fueron designadas para concluir con los mandatos de sus predecesores.
En estos nuevos tiempos democráticos no ha habido una sola gobernadora electa en elecciones libres y equitativas en nuestro país. Por eso es tan importante la campaña de Amalia en Zacatecas.
El camino hasta ahora para Amalia no ha sido fácil. Las elecciones en que llegó a ser presidenta nacional del PRD fueron controvertidas y causaron divisiones internas en el partido que ella tuvo que zanjar. En el 2003 contendió como candidata a diputada federal; pero en lugar de seguir el camino seguro de una candidatura plurinominal, optó por competir en un distrito uninominal de Zacatecas. Una derrota habría significado el fin de su sueño de gobernar su estado y habría fortalecido el prejuicio de que las mujeres no pueden ganar elecciones a los poderes ejecutivos. Pero en lugar de eso obtuvo un triunfo contundente. En este 2004 el gobernador perredista de Zacatecas, Ricardo Monreal, favoreció la postulación de su secretario de gobierno, Tomás Torres Mercado, aunque al final el partido se inclinó por Amalia. Si bien las encuestas serias, las que han dado a conocer las firmas reconocidas, le han dado a Amalia una ventaja de hasta 20 puntos porcentuales, la competencia puede ser más difícil de lo que se pensaba hasta hace algunas semanas. El equipo de campaña del priista José Bonilla ha dado a conocer una serie de videos que supuestamente muestran a funcionarios del gobierno de Monreal apoyando de manera indebida la campaña de la perredista. La revista Proceso, a su vez, publicó esta semana un artículo crítico en el cual acusa a Amalia de estar haciendo una campaña “al estilo del PRI”.
Como si esto no fuera suficiente, la semana pasada falleció Francisco Espartaco García, ex gobernador de Zacatecas y padre de Amalia. Esta muerte, a menos de un mes de las elecciones, puede influir sobre la concentración de la candidata. En lo personal considero, sin embargo, que sería realmente una lástima que las circunstancias confluyeran para negarle a Amalia la oportunidad de gobernar Zacatecas. No es simplemente una cuestión de género: nunca he creído en las cuotas para mujeres y me parece absurdo pensar que debe haber más gobernadoras simplemente para lograr una mayor equidad entre los sexos. Pero estoy convencido de que Amalia, más que una política, es una estadista del tipo que necesita nuestro país. En parte lo anterior se debe a su talante moderado y conciliador. Pese a haber sido en su juventud integrante del Partido Comunista, hoy Amalia representa a esa izquierda moderna, socialdemócrata, que se ha alejado de los dogmas de la vieja izquierda y que ha demostrado tener éxito económico y social en países como España, el Reino Unido y Chile. La inclinación que Amalia muestra al diálogo, a la construcción de consensos, es además una de sus características más notables. La decisión de incorporar a su equipo de trabajo como coordinador de campaña a Tomás Torres Mercado, el candidato original de Monreal, demuestra claramente el ánimo abierto de esta mujer. Quienes han trabajado con ella, por otra parte, saben bien que en un mundo político en el que imperan el insulto y el menosprecio al rival, Amalia es una mujer que sabe escuchar y llegar a acuerdos. Ojalá tuviéramos a más políticos como ella en todos los partidos. Me queda muy claro que si alguien en el equipo de Amalia, o en el de Monreal, ha cometido faltas electorales, debe ser castigado. Para eso tenemos un sistema que supervisa a los partidos políticos y los sanciona cuando cometen violaciones a la legislación electoral. Pero los mexicanos perderíamos algo muy valioso si Amalia García no pudiera seguir teniendo ese papel constructivo que durante años ha ejercido en la política mexicana.
Chivas
Sé que las Chivas salieron derrotadas después de una larga batalla en la final del futbol. Pero no deja de ser positivo que un equipo siga peleando al tú por tú con los mejores a pesar de tener en sus filas sólo a jugadores mexicanos. No soy nacionalista, pero las Chivas nos brindan una gran lección.
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