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Jaque mate/Dictadorzuelo

Sergio Sarmiento

“Treinta y dos palabras escritas

impresas en hojas de papel reciclado

serían el chivo expiatorio de la crisis

de los videos digitales a todo color”.

Julio Hernández López

En estos tiempos en que los partidos políticos se han convertido en patrimonio familiar o en escenario de descarnadas luchas por el poder nada parece más sano que un presidente de un partido se niegue a utilizar sus poderes para reconformar a su antojo el comité ejecutivo nacional. Habría que aplaudir, pues, la posición del presidente del PRD, Leonel Godoy, cuando declaró -en unas palabras citadas el domingo por los reporteros de La Jornada Renato Dávalos y Blanche Petrich— que asumir esos poderes extraordinarios lo “convertiría en un dictadorzuelo”.

El problema es que quien había pedido que Godoy tomara esa medida era nada menos que Cuauhtémoc Cárdenas, quien molesto por lo que llamó el tono “despectivo” de Godoy presentó este domingo su renuncia irrevocable a todos sus cargos en el PRD.

Cárdenas no es, por supuesto, un militante cualquiera del PRD. El partido surgió del movimiento político que él encabezó en las elecciones de 1988. Ha sido el respeto que genera el ingeniero entre las diferentes tribus del PRD lo que ha permitido al partido superar sus conflictos internos del pasado. Precisamente por eso se le considera el líder moral del partido, muy a pesar de que a él el título no le guste.

La reacción de Cárdenas a las palabras de Godoy, sin embargo, revela una impresionante falta de madurez. Un dirigente político no puede esperar que sus propuestas sean aceptadas de manera automática y reverencial por el presidente o los miembros de su partido. Godoy, por otra parte, no se refirió a Cárdenas como un “dictadorzuelo”, sino que dijo que él mismo lo sería en caso de saltarse los estatutos del partido para designar de manera discrecional a los directivos del partido. No hay, a mi juicio, nada de despectivo en la expresión que usó el presidente del partido.

El golpe emocional que sufrió Godoy por la renuncia de Cárdenas, quien ha sido desde hace mucho tiempo su mentor y guía político, quedó de manifiesto no sólo por su renuncia inmediata -que fue rechazada por los participantes en el Congreso Nacional del PRD- sino por su disparatado esfuerzo para culpar al periódico La Jornada por sus propias palabras. La información disponible sugiere que los reporteros Petrich y Dávalos citaron adecuadamente y en contexto a Godoy. Es común en México, sin embargo, que los políticos culpen a los medios de los errores que ellos mismos cometen. En este caso fue lamentable el espectáculo que dieron algunos perredistas al desgarrar ejemplares de La Jornada para tratar de lavar las palabras de Godoy.

En realidad el PRD debería estar orgulloso de la forma en que ha enfrentado la crisis de los videoescándalos. El partido no se ha dedicado a proteger a sus corruptos, como lo ha hecho el PRI con los involucrados en el Pemexgate, sino que los ha expulsado de sus filas. El PRD, además, debería estar celebrando uno de sus momentos más exitosos. Las elecciones del 2003, ya sin el lastre de las torpes alianzas del 2000, lo reposicionaron como uno de los principales partidos del país. El surgimiento de Andrés Manuel López Obrador como un real contendiente a la Presidencia de la República le ha dado, por otra parte, una nueva dimensión al partido. Lástima que la izquierda en México tenga el hábito de autodestruirse cuando se acerca al logro de sus objetivos políticos.

Algunas interpretaciones plantean que Cárdenas dejó sus cargos en el PRD como una mera estrategia cuyo propósito es tener libertad para concentrar sus esfuerzos en la candidatura presidencial. Quienes afirman esto, sin embargo, no conocen al ingeniero. Su decisión puede ser correcta o no -yo en lo personal la considero desafortunada-pero sin duda es producto de una convicción personal. Si a alguien beneficia la renuncia de Cárdenas a sus cargos en el PRD, por otra parte, es a Andrés Manuel López Obrador, quien se ha mantenido firme en medio de la tormenta.

El que el PRD sobreviva a esta gran batalla interna es muy importante. México necesita un partido de izquierda que permita encauzar las insatisfacciones sociales por la vía democrática. Si el PRD —que es nuestro principal y quizá único partido de izquierda democrática— se desmorona, habrá cada vez más jóvenes desencantados de la democracia y deseosos de impulsar su visión política por la vía de la violencia.

Reforma Judicial

Habrá que estudiar a fondo las ventajas y desventajas de la propuesta de Reforma Judicial presentada ayer por el presidente Fox. De lo que no hay duda es de que se está tocando uno de los puntos cruciales para la construcción de una sociedad más moderna y más próspera en nuestro país.

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