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Jaque Mate| ISR competitivo

Sergio Sarmiento

?Tú eres el rival más débil?.

Frase de programa de televisión

La gran pregunta es si esta nueva tasa del ISR es suficientemente baja para permitirle a México competir frente a nuestros principales rivales económicos.

Uno de los puntos positivos de la Ley de Ingresos que entrará en vigor el próximo primero de enero es la reducción en el Impuesto Sobre la Renta, (ISR). Pero ¿por qué es positiva esta medida, si lo que aparentemente estaban buscando el Gobierno y los legisladores era aumentar la recaudación? Porque si tenemos un sistema fiscal más competitivo, podremos generar más inversión, mayor actividad económica y a la postre, más recaudación fiscal.

Todavía en este año a punto de fenecer, el impuesto a la renta que pagan las empresas en nuestro país se encuentra en 33 por ciento. En 2005 la tasa se reducirá a 30 por ciento. Esta disminución es positiva, porque México se estaba quedando rezagado en un mundo en el que los gobiernos han descubierto que los mejores sistemas fiscales son los que tienen tasas bajas de impuesto sobre la renta y gravámenes relativamente altos al consumo.

La gran pregunta es si esta nueva tasa del ISR es suficientemente baja para permitirle a México competir frente a nuestros principales rivales económicos.

Una investigación del periódico Reforma la semana pasada señalaba que, a pesar de la reducción a 30 por ciento, México sigue teniendo tasas relativamente altas de Impuesto Sobre la Renta para las empresas. Irlanda cuenta con un impuesto de 12.5 por ciento, Brasil 15 por ciento, Chile 17 por ciento, Canadá 22.1 por ciento y Corea del sur 27 por ciento.

Es verdad que algunos países tienen tasas nominales más altas que México. Este es el caso, por ejemplo, de nuestro principal socio comercial, Estados Unidos, que registra un nivel de 35 por ciento. Pero las tasas nominales pueden ser engañosas. Gracias a un sistema fiscal lleno de agujeros y tratos preferenciales, ninguna empresa estadounidense con operaciones internacionales paga ese 35 por ciento. De hecho, el Impuesto Sobre la Renta para las multinacionales estadounidenses con buenos abogados y contadores bien adiestrados es más bien cercano cero.

Un país que no estaba en la lista de Reforma, pero que es realmente crucial para nosotros porque es nuestro principal competidor para atraer inversión de manufacturas, es China. Como he señalado en otros artículos, China cobra un impuesto a las empresas extranjeras que hacen inversiones para exportación -nuestras reales competidoras- de 15 por ciento, pero además tiene una exención total en los cinco primeros años de la inversión.

A esto debemos enfrentarnos. La reducción de 33 a 30 por ciento en el Impuesto Sobre la Renta, si bien ayuda, no otorga realmente una ventaja competitiva a las firmas mexicanas. Éstas tienen que competir con compañías chinas que pagan salarios de apenas una tercera parte de los nuestros, que tienen costos inferiores de energía, que se benefician de una mejor infraestructura y que pagan además menos impuestos.

La tasa de 30 por ciento que se pagará en nuestro país el año que viene, por otra parte, no representa toda la carga fiscal de las empresas mexicanas. No hay que olvidar que en México se paga un impuesto adicional, de diez por ciento, al cual se le llama Reparto de Utilidades. Éste sube la carga fiscal real a un 40 por ciento. Una vez que se considera este gravamen, que no existe en otros países, las empresas mexicanas pagan uno de los mayores impuestos a la renta en el mundo.

Ante la resistencia del Congreso a llevar a cabo una Reforma Fiscal realmente de fondo, el que se haya logrado cuando menos la reducción de la tasa del Impuesto Sobre la Renta del 33 al 30 por ciento es positivo. Pero tanto nuestro Poder Ejecutivo como los legisladores deben entender la competencia real a la que se enfrentan las empresas mexicanas. La disminución de nuestro impuesto no es suficiente.

Quizá nuestros políticos debieran estudiar el caso de Irlanda que en otras ocasiones he descrito en esta columna. En la década de 1980 este país europeo redujo su tasa del Impuesto Sobre la Renta del 40 al 12.5 por ciento. El resultado fue atraer un gran flujo de nueva inversión. La economía irlandesa se convirtió desde entonces en la de más rápido crecimiento de toda Europa occidental. Y la recaudación fiscal, lejos de disminuir, aumentó en 400 por ciento. Pero lo hizo por las razones correctas: porque las empresas tenían más dinero en caja y las personas en el bolsillo.

Aplaudamos, pues, la reducción del Impuesto Sobre la Renta que se aplicará a partir de 2005. Pero reconozcamos que si verdaderamente queremos ser competitivos, aún tenemos que hacer una Reforma Fiscal de fondo.

FIFA

La FIFA ha demostrado una vez más ser una organización machista. Una cosa es que Maribel Domínguez no haya podido competir en la primera división mexicana y otra muy distinta es que la FIFA le prohíba su participación simplemente porque es mujer.

Correo electrónico: sergiosarmiento@todito.com

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