“Tres que chismean esta
historia juran y perjuran
que lo que menos hubiera
deseado Fox era ‘tumbar’
a López Obrador.”
Carlos Marín.
El periodista Carlos Marín fue quien reveló este pasado 14 de septiembre que el seis de abril de este año hubo una reunión en la residencia oficial de Los Pinos en la que participaron el presidente de la república Vicente Fox, el presidente de la Suprema Corte de Justicia Mariano Azuela, el secretario de gobernación Santiago Creel y el procurador general de la República Rafael Macedo de la Concha. El tema de conversación fue el fallo judicial por desacato en contra del jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, por haber aparentemente violado una suspensión provisional en el caso de El Encino.
La revelación de esta reunión ha generado una avalancha de opiniones en los círculos políticos de nuestro país y en los medios de comunicación. Hay quien piensa que el presidente de la Suprema Corte debe renunciar por haber discutido este asunto con el Procurador y con el Presidente de la República. López Obrador ha señalado que Azuela debe cuando menos explicar lo ocurrido en la reunión. Por otra parte, muchos analistas piensan que este encuentro comprueba la existencia de una conspiración arreglada desde Los Pinos para cerrarle a López Obrador el camino a la Presidencia de la República.
Muchas de las opiniones que se han vertido sobre este tema, sin embargo, parecen ignorar la información disponible sobre la reunión del seis de abril. De hecho, lo que sabemos no sólo no parece motivo para exigir la renuncia de nadie, y mucho menos la del presidente de la Suprema Corte, sino que muestra a un presidente preocupado por evitar el desafuero y la inhabilitación de López Obrador. Tanto el Procurador como el Secretario de Gobernación han reconocido que, efectivamente, la reunión tuvo lugar y han afirmado que en ella no se discutió nada fuera de lo pertinente en este tipo de encuentros. Hay que remontarse al recuento periodístico de Marín, por lo tanto, para tener una idea de lo que se discutió en ella. Marín cita sin nombrar a varios “importantes hombres de empresa” a los que se les ha reseñado lo ocurrido en esa reunión. Según el artículo de Marín, el cinco de abril el Secretario de Gobernación le informó al presidente Fox que el juez cuarto de lo penal había hallado al jefe de Gobierno del Distrito Federal responsable de desacato y había girado por lo tanto una orden a la PGR para que solicitara a la Cámara de Diputados el desafuero. El Presidente, preocupado, convocó a la reunión del seis de abril con el presidente de la Corte. “Espero que Mariano -cita Marín al Presidente, si bien de segunda mano- se esté dando cuenta del problema que nos está poniendo en las manos. Hay que tener una reunión con él para ver si hay otra vía legal que no sea eso del desafuero.” En la reunión del seis de abril, según la narración de Marín, el ministro Azuela señaló que dos años atrás se había notificado a López Obrador del “‘riesgo de cometer desacato’ y que tuvo ‘tiempo de sobra’ para resolver el problema mediante el pago de una multa irrisoria.” Cuando el Presidente presionó más a Azuela para buscar una salida legal, el ministro le recordó que el Poder Judicial es autónomo y le dijo que “lamentablemente no se puede hacer otra cosa”. Según Marín, “Creel y Macedo de la Concha coincidieron con Azuela”. No hay en este recuento ninguna señal de impropiedad por parte de Azuela o del Presidente. De hecho Fox, en lugar de estar involucrado en una conspiración para promover el desafuero de López Obrador, claramente estaba buscando una opción que dejara a salvo los derechos políticos del aspirante más fuerte a la Presidencia de la República. Me da la impresión, sin embargo, de que buena parte de quienes han opinado sobre este tema se han fijado solamente en el hecho de que hubo una reunión en Los Pinos con la presencia del presidente de la Suprema Corte en la que se discutió el tema de El Encino, pero no en la información que tenemos sobre lo que ocurrió en ella. Quizá sí sea sensato pedir más información de quienes estuvieron en la reunión, pero hasta ahora la que está disponible no revela ninguna conducta indebida. Paradójicamente, lo que muestra es a un presidente Fox deseoso de preservar los derechos políticos de López Obrador.
Lo que preocuparía
A mí en lo personal no me inquieta que haya habido una reunión de alto nivel para tratar un tema como el del Encino. Me preocuparía, por el contrario, que el presidente Fox no se hubiera ocupado del tema y no se hubiera reunido con el ministro Azuela, el Procurador y el Secretario de Gobernación para explorar las opciones legales en un caso tan delicado como el que podría llevar a la inhabilitación del aspirante más fuerte a la Presidencia.
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