“Dios ha puesto el trabajo
como centinela de la virtud”.
Confucio
SAN CARLOS, Sonora.- Estos son tiempos de bonanza para la industria maquiladora. Después de tres años de declinación y estancamiento, en los cuales se perdieron 300 mil empleos, hoy las maquiladoras están creciendo nuevamente y han generado cerca de 200 mil nuevos empleos. No se ha recuperado todo lo perdido, pero es cuestión de tiempo.
Quizá lo más importante es que las inversiones que están llegando se las hemos ganado a China. Los inversionistas de las manufacturas siempre consideran a China como opción, pero muchos se están decidiendo por México. Hay incluso plantas que de México se han ido a China pero que ahora regresan arrepentidas a nuestro país.
Aquí en San Carlos, Sonora, un paraíso natural formado por la confluencia del desierto y el mar, se lleva a cabo una reunión anual de un grupo de inversionistas que tienen maquiladoras o consideran tenerlas en dos parques industriales de los vecinos municipios de Guaymas y Empalme. La actitud de quienes se han reunido aquí en este octubre de 2004 es más positiva de lo que yo recuerdo en cualquier otro año.
Hay conciencia de que no sólo han terminado los tiempos de vacas flacas sino que las maquiladoras mexicanas han salido fortalecidas de la crisis. Los tres últimos años han servido para mejorar procedimientos y aumentar eficiencias.
No todos los mexicanos entienden la importancia de las maquiladoras o de su creciente competitividad. Hace algunas semanas participé en una gira del presidente Vicente Fox en que se hicieron visitas a maquiladoras en Mexicali, Tijuana, Ciudad Juárez y Reynosa. En una de esas plantas un reportero de la fuente presidencial me comentó: “Pero, ¿verdad que todo esto es un espejismo? Estos trabajos no sirven de nada. Pagan muy poco.”
Ésta es una actitud muy común entre los profesionales, los políticos y los intelectuales de la ciudad de México. No saben o no quieren ver que los salarios de las maquiladoras son en promedio un 30 por ciento más altos que los del resto de la economía. No se han dado cuenta tampoco que hay un creciente número de técnicos, contadores y administradores mexicanos en la industria maquiladora que reciben ingresos bastante más altos que los de los obreros. No entienden tampoco que éstos son empleos formales, con prestaciones y seguridad social, precisamente los que ya no se están creando en ninguna otra actividad en el país.
Una de las características de las nuevas maquiladoras mexicanas es que tienen mayor complicación industrial, tecnologías más avanzadas y un mayor valor agregado. Las originales maquiladoras textiles, que no eran más que naves industriales con máquinas de coser, hace ya tiempo que se fueron del país. Lo mismo ha ocurrido con los procesos más sencillos de manufactura con alto contenido de mano de obra.
China, que tiene sueldos muy inferiores a los de México, es el destino natural de estas inversiones (aunque estados como Oaxaca y Chiapas podrían atraerlas si tuviéramos mejor infraestructura de transporte).
Hoy en México estamos viendo la fabricación de televisores de plasma, pantallas de cristal líquido, grandes televisores de proyección, equipos médicos, lanchas recreativas, partes para la industria aeroespacial, automóviles y muchos productos más. En esto hay un cambio importante. En México tenemos ahora los procesos de producción que antes se quedaban en Estados Unidos, mientras que China está atrayendo los que antes se hacían en nuestro país.
Sí, es verdad, que mucha inversión se está yendo a China, especialmente porque muchas empresas quieren ingresar al que tarde o temprano será el mayor mercado del mundo.
Pero casi nadie se ha dado cuenta que la inversión extranjera per cápita, o en comparación con el tamaño de la economía, sigue siendo mayor en México. China recibe cuatro o cinco veces más inversión extranjera, pero tiene una población trece o catorce veces mayor.
Tristemente sigue habiendo en México muchos políticos e intelectuales que desprecian los empleos del mundo real. Están acostumbrados a depender del Gobierno de una forma u otra. Fueron ellos quienes en los últimos tres años se regocijaron por lo que vieron como el desplome del “esquema maquilador”.
Pero para los trabajadores de nuestro país, aquellos que buscan empleo en la economía real, la recuperación de la industria maquiladora es una noticia muy positiva. La nueva inversión demuestra que México puede ser competitivo en las manufacturas y que muchas inversiones seguirán viniendo a México a pesar de la competencia de China.
Camiones
La logística es uno de los factores más importantes para mantenernos competitivos frente a China. Por eso es tan importante que se abra ya la frontera con Estados Unidos al cruce de camiones de ambos lados.
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