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Jaque mate/Otro linchamiento

Sergio Sarmiento

“Muy grande puede ser la

injusticia aunque sea muy pequeño quien la reciba”.

Immanuel Kant

La gran pregunta es si en el afán por lavar las culpas de las autoridades en el caso del linchamiento de San Juan Ixtayopan se está recurriendo a un nuevo linchamiento, en este caso legal.

El apresuramiento con el que se ha actuado para acusar a los presuntos responsables de los hechos del 23 de noviembre me pareció sospechoso desde un principio. Pero la información disponible permite sostener que cuando menos uno de los 29 procesados por el linchamiento del 23 de noviembre es inocente y que se le ha dictado un auto de formal prisión a pesar de que hay pruebas claras de que no participó en los hechos.

La persona a la que me refiero es Sergio Montealegre Jardines. El tema ya ha sido tratado en un artículo de primera plana por el periódico Reforma. Se trata de un guardia de seguridad de la empresa Femsa. Debido a su trabajo pertenece a la policía auxiliar del Distrito Federal, porque ése es un requisito para autorizar una portación de arma, pero en realidad ha laborado durante años para Femsa, donde se le conoce como un hombre responsable y diligente en su trabajo. Sin embargo, el hecho de que estuviera adscrito a la policía auxiliar capitalina, en un momento en que la procuración de justicia se ha politizado y de que la presión política obligaba a consignar a muchos presuntos responsables del linchamiento, ha llevado a su encarcelamiento.

Montealegre vive con su familia en San Juan Ixtayopan, exactamente enfrente de donde tuvo lugar el linchamiento. Se le consignó por el testimonio de un joven de 15 años, que dijo llamarse Francisco Iván Got Ulloa, el cual afirmó en una declaración ministerial que lo vio participar en los hechos. El joven, sin embargo, dio una dirección falsa, donde nadie lo conoce, y no se presentó a ratificar la declaración. Ningún otro testigo ha señalado a Montealegre como participante en el linchamiento.

Está comprobado que Montealegre trabajó en Femsa hasta las seis de la tarde de ese 23 de noviembre. Llegó a su casa de San Juan Ixtayopan a eso de las siete. Dos reporteros del noticiario “Monitor”, Eduardo Meléndez y Luis Coronilla, entraron a su casa para usar el teléfono y estuvieron con él durante todo el linchamiento. Ellos han declarado ante la juez, la decimoséptima de distrito, Isabel Porras, que Montealagre estuvo con ellos y no participó en los hechos. Otros testigos también han declarado que el guardia no tuvo ningún papel en el linchamiento. Montealegre no aparece ni en las fotos ni en los videos del linchamiento.

Pero la juez, aparentemente bajo presión, de todas maneras le dictó un auto de formal prisión.

Me queda muy claro que la impunidad en docenas de linchamientos previos es una de las causas de los hechos del 23 de noviembre. Es positivo que en esta ocasión las autoridades hayan decidido actuar con energía. Pero castigar a un inocente no ayuda a la justicia; por el contrario, crea un nuevo tipo de linchamiento.

La juez decidió darle más peso a la acusación presentada por un joven misterioso que dio una dirección falsa que a las pruebas y testimonios que comprueban que Montealegre no participó en el linchamiento. Puede argumentar que está actuando bajo el precepto jurídico in dubio pro societatis (“en la duda, a favor de la sociedad”) que se aplica en el momento de dictar un auto de formal prisión. Pero está actuando también en contra de la jurisprudencia que determina que un acusado no puede ser procesado sólo por un testimonio.

En México, desafortunadamente, se castiga al acusado de delitos graves antes de que se compruebe su responsabilidad. El juicio en contra de Montealegre y de los otros 28 acusados por el linchamiento de San Juan Ixtayopan puede durar un año y medio o más. Los acusados tendrán que permanecer en la cárcel durante el proceso a pesar de que al final se les considere inocentes.

No conozco los casos de los otros presuntos responsables del linchamiento. Tengo entendido que en algunos la identificación de los testigos es contundente y hay pruebas adicionales, como videos y fotos, que comprueban su responsabilidad. Pero por lo menos en el caso de Montealegre las pruebas de que no participó son contundentes.

Lo peor de todo es que, molesta por la divulgación del caso, la PGR ahora ha iniciado una persecución de la esposa de Montealegre.

Precio del petróleo

Los diputados del PRI y del PRD dicen que no hay de qué preocuparse. Sí es cierto que el precio mexicano del petróleo cerró el viernes a 25.70 dólares por barril, por debajo de los 27 en que se basaron los cálculos de ingresos del presupuesto. Pero ya el petróleo subirá. Y si no, todo es culpa de un complot del presidente Fox, quien ha hecho bajar el precio para hacer quedar mal a los legisladores.

Correo electrónico:

sergiosarmiento@todito.com

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