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Jaque mate/Público y privado

Sergio Sarmiento

“Si revelas tus secretos al viento, no culpes al viento por revelarlos a los árboles”.

Jalil Gibrán Jalil

Me inquietó ver reproducida en los medios de comunicación esta semana la carta que Enrique Salinas de Gortari llevaba consigo cuando su cuerpo fue encontrado en un auto en el Municipio mexiquense de Huixquilucan.

También me molestaron las imágenes de las cámaras de televisión de seguridad que captaron el aparente momento en que el auto era abandonado.

Esta divulgación de indicios en un momento en que la Procuraduría General de Justicia del Estado de México está llevando a cabo la investigación sobre el homicidio del hermano del ex presidente Salinas me parece una violación de un principio jurídico fundamental.

Uno de los primeros preceptos que se enseña en las escuelas de Derecho de México y el mundo es que los juicios deben ser públicos y las investigaciones privadas. Hay buenas razones para que esto sea así. Los juicios tienen que ser públicos para dar a los acusados y a la sociedad la garantía de que efectivamente se están aplicando los procedimientos de Ley y se está haciendo justicia. Las investigaciones, en cambio, deben ser privadas tanto para proteger la vida íntima de los sospechosos que puedan estar siendo investigados y a los cuales no se les ha consignado ni dictado auto de formal prisión, como para no alertar a los posibles responsables de un crimen sobre las acciones de la autoridad.

En estas circunstancias no entiendo por qué la Procuraduría de Justicia del Estado de México divulgó la carta de Salinas de Gortari ni por qué entregó a los medios copias de las imágenes captadas por las cámaras de video. ¿Se buscaba advertir a los responsables del avance de la investigación? ¿Se les quería dar una oportunidad para escapar? ¿Qué otra explicación puede haber?

Lo curioso del caso es que, mientras las autoridades de nuestro país se muestran tan liberales en la divulgación de elementos de una investigación, los juicios siguen siendo impenetrables.

Al contrario de lo que ocurre en otros países del mundo, como Estados Unidos y la Gran Bretaña, donde los juicios son orales, en México se llevan a cabo por escrito. A la sociedad, sin embargo, no se le permite el acceso a las diligencias y documentos que se van asentando en el expediente. Sólo los países más autoritarios y represivos del mundo mantienen en secreto los juicios de esta manera. Pero, además, la práctica viola ese principio jurídico que establece que los juicios deben ser públicos.

Las actuaciones se mantienen en secreto no sólo durante el proceso, de hecho, sino también después de la sentencia.

He hablado con jueces razonables que me dicen que este secreto del proceso es positivo. Afirman que, al impedir que se revelen los detalles de un juicio, se protege la vida íntima del acusado así como la identidad de los testigos. Argumentan también que, al mantener los juicios en secreto, se evita que los medios de comunicación traten de llevar a cabo juicios paralelos como ocurre en países como Estados Unidos.

Creo, sin embargo, que los razonamientos del otro lado de la discusión son más persuasivos. Cuando un juicio es público se conocerá cualquier violación a los derechos del acusado por lo que éste estará más protegido.

El actual sistema, por otra parte, no protege a los testigos, porque el acusado y sus abogados sí tienen acceso a los documentos del expediente y son ellos los que podrían montar en todo caso una venganza.

Los juicios paralelos por los medios de comunicación son una realidad en México y en cualquier otro país. La diferencia es que si se oculta la información del proceso, las opiniones que los medios puedan ventilar tendrán menos fundamento en la verdad y por lo tanto podrían llevar más fácilmente a posiciones insensatas.

Los principios jurídicos que se enseñan en las escuelas de Derecho parecen ser bastante sólidos y tendrían que aplicarse en nuestro país. Los juicios deben ser públicos y las investigaciones privadas. Ahora, ¡si sólo pudiéramos lograr que el sistema de procuración e impartición de justicia lo entendiera! Si consiguiéramos que los jueces abrieran los expedientes de los juicios a la sociedad y que los procuradores mantuvieran en reserva las investigaciones de un caso estaríamos dando un paso gigantesco para la creación de un mejor sistema de justicia en nuestro país.

Pobreza

Sesenta por ciento de los niños de México vive en pobreza. Uno de cada cinco padece desnutrición. Cientos de miles de mexicanos cruzan la frontera cada año para buscar un mejor futuro en los Estados Unidos. Y a pesar de todo esto, nuestros políticos siguen negándose a hacer las reformas estructurales que nos permitirían tener una economía más competitiva y que generara un mayor número de empleos.

Correo electrónico:

sergiosarmiento@todito.com

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