EL PAÍS
Washington, EU.- John Kerry, candidato demócrata a las elecciones del próximo dos de noviembre, prepara su campaña en Washington cerrando filas en el partido y sumando apoyos de antiguos rivales.
El miércoles por la tarde se reunió con Howard Dean y ayer lo hizo con John Edwards. Además, Kerry ha alcanzado ya el número de 2,162 delegados que necesitaba para garantizar oficialmente su nominación en la Convención que el partido celebrará en Boston este verano.
En la reunión con Dean, que hace solamente dos meses era el favorito para ser el candidato demócrata y que criticó con dureza a Kerry durante las primarias, el objetivo era dejar atrás esa etapa. Los empleados de la sede de Kerry en Washington recibieron a Dean con aplausos y el propio candidato le dio un abrazo delante de las cámaras.
Candidato a vicepresidente
La reunión duró una hora y después no hubo declaraciones. Dean, que aún no ha respaldado formalmente a Kerry, dio a conocer un comunicado en el que se dice que trabajará “estrechamente con John Kerry para garantizar que ganamos a George W. Bush en noviembre y cambiamos la dirección en la que va el país”.
Kerry también se reunió el miércoles por la tarde con John Edwards, el hombre que aguantó hasta hace una semana pero que se retiró después del supermartes electoral. Una de las especulaciones del momento es la elección del candidato a vicepresidente, que se ha atribuido con frecuencia a Edwards. Pero los aspirantes son muy numerosos -entre ellos, el gobernador del Estado de Nuevo México y ex embajador de EU ante la ONU, Bill Richardson, de origen hispano- y Kerry no ha dado pista alguna sobre sus intenciones al respecto.
En las intensas jornadas del candidato -que ya circula por Washington en una caravana en la que cuenta con un destacado dispositivo de seguridad- figuró otro encuentro importante: el mantenido con Terry McAuliffe, presidente del Comité Nacional Demócrata, destinado a poner el partido a disposición de Kerry, acomodar su equipo de campaña a la burocracia demócrata, organizar la recogida de fondos y trazar las líneas generales de la estrategia electoral.
Además, el candidato se entrevistó en el Congreso con los líderes del Grupo Parlamentario Negro y con otros representantes y senadores demócratas. Todos ellos conocen de memoria a Kerry, que lleva 19 años en el edificio, pero que nunca había estado con el traje de candidato presidencial que lleva ahora.
