Johnny Lam es el encargado de entrenar y mantener felices a los felinos de Tihany Spectacular.
El Siglo de Torreón
TORREÓN, COAH.- “Pasa pasa, ahí está Johnny”... la función acababa de iniciar, detrás del telón los artistas esperaban su turno. Johnny, uno de los dos mexicanos que forman parte de la compañía de Tihany Spectacular, también esperaba pacientemente en una caja de trailer junto con sus dos pequeñas hijas Victoria y Adriana.
Pero, actualmente, Johnny Lam no actúa frente al público, su trabajo está detrás junto con los animales del circo: tiene la difícil tarea de cuidar de ellos y de domarlos.
“Nací prácticamente entre animales, mi papá era domador y me enseñó lo que hay que hacer, lo que se puede hacer y lo que no se debe hacer con los animales”, dijo tranquilamente.
Se identifica tanto con los animales, que asegura entenderse mejor con ellos que con los humanos. Ha trabajado lo mismo con jirafas que con tigres, con leones o con chimpancés. “Una vez que un animal te entrega su amistad se hace una relación muy afectiva... yo los prefiero porque sabes que son sinceros y con una persona nunca se sabe qué va a pasar”.
Entre charla y charla, Jhonny le “echaba un ojo” a sus niñas. Su esposa se llama Vera Kouptsova, es rusa y forma parte del ballet. En ese momento se encontraba en escena, por eso no lo acompañaba.
“Creo que el trabajo más matado y cansado del circo es el de cuidar a los animales porque es una labor de 24 horas; no es un trabajo como el de los trapecistas que llegan, cuelgan sus trapecios y se acabó. Yo en cambio tengo que alimentarlos (los animales), darles agua, limpiarlos, darles mantenimiento... tengo que estar muy temprano, soy el primero que llego y el último que sale de aquí, pero no me quejo, me gusta hacerlo”.
De los números que actualmente se presentan en el show, Johnny trabaja más que nada en los de magia, donde los leones y tigres aparecen y desaparecen. “Si tú te das cuenta entran y salen caminando por el escenario y esa es labor de nosotros. Detrás de eso hay un gran entrenamiento porque el tigre es un animal salvaje, un animal que puede hacer mucho daño si quiere...”.
Johnny ha vivido los 30 años de su vida en un circo, teniendo la fortuna de viajar a muchos lugares del mundo, entre ellos todo Asia. Está tan acostumbrado a andar de un lado para otro que estar dos semanas en su hogar le vuelve loco.
-¿Quieres morir en un circo?
-Prácticamente nací en este ambiente y quizá no me gustaría morir en él, pero probablemente voy a seguir un buen tiempo todavía. Mis hijas no lo sé, obviamente cuando crezcan van a decidir qué hacer y yo las voy a apoyar.
Por último dijo que por lo regular los grandes domadores empezaron desde abajo. “Creo que es la mejor manera de aprender, pues demás convivir con los animales y aprende lo que les gusta y lo que no”.
Vida salvaje
Asegura que los animales son como los humanos, pues al igual que ellos los hay unos que están alegres todo el día o que su comportamiento depende mucho de “con qué pie se levantaron”.
-Nació en el DF pero actualmente radica en Orlando, Florida.
-Su papá empezó como entrenador a muy temprana edad, luego se hizo empresario.
-Estudió primaria y no terminó la secundaria.
-Sostuvo que los domadores le marcan un límite a los animales de hasta dónde pueden llegar y viceversa.
-Durante 11 años apareció en escena con un número de unos chimpancés. Ahora está en backstage con los animales.
-Otros de los números que ha montado los presentan actualmente en Estados Unidos.
-Sus animales favoritos son los tigres y los chimpancés.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón