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CECILIA AGUILAR ACUÑA Y CUAUHTÉMOC TORRES

TRADICIONES | SAN JUDAS TADEO, EL PATRÓN DE LAS CAUSAS IMPOSIBLES

EL SIGLO DE TORREÓN

Miles de laguneros agradecen "milagros"

Ayer en toda la Región Lagunera de Durango y Coahuila se llevaron a cabo los festejos en honor a San Judas Tadeo. Para muchos una fiesta muy lagunera donde por muchos sectores de la ciudad sus devotos alzaron altares llenos de flores y en donde los colores verde y amarillo sobresalieron. Recuerdan la vestidura de este santo.

Cada año muchos seres humanos tienen algo que agradecerle. Sus milagros son tan grandes, que la gente no hace más que agradecer con un ?sacrificio?, el favor recibido. Reliquias, rosarios, rezos o mandas, son algunas de las acciones prometidas.

Muchos católicos se congregaron en la iglesia de San Judas Tadeo ubicada en la colonia Las Torres para reconocer su amor y su apoyo. Las súplicas se escuchaban en el recinto mientras que las flores y veladoras adornaban los altares.

Antes que los creyentes, llegaron los vendedores. Desde la noche del lunes se apostaron en las calles aledañas de la iglesia para ofrecer de todo un poco en el día de San Judas Tadeo.

De acuerdo a la religión católica, San Judas Tadeo es uno de los santos más populares a causa de los numerosos favores celestiales que consigue a los devotos que le rezan con fe, especialmente en cuanto a conseguir empleo o casa.

Carolina Flores a sus 55 años no acaba de agradecer a San Judas Tadeo, el patrón de las causas imposibles, el estar sana luego que hace 15 años le descubrieran un tumor cerebral. Su fe fue tan grande que luego de practicarle una biopsia, la tumefacción resultó benigna.

Después del tremendo susto que vivió cuando supo de su enfermedad y cuando el vía crucis doloroso le siguió al someterse a consultas y análisis, ahora goza de perfecta salud al lado de esposo y sus cinco hijos, que año con año ?le dan la mano?, en la preparación del asado y las sopas para la reliquia que distribuye a todo el que llega.

Ahora sus hijos están casados ?son tres mujeres y dos hombres- y yernos y nueras participan en la elaboración de la comida. Unas cinco personas del ejido Solís, municipio de Matamoros, vienen a ayudarle. Son familiares de su esposo.

Ayer a la una de la tarde ya estaban repartiendo la comida. Para el asado utilizaron la carne de cuatro puercos que lo acompañaron con espagueti, tallarín, arroz y sopa de estrellitas. Una larga fila de vecinos y amigos con sartenes, platos, cazuelas y bandejas de todo tipo, esperaban su turno.

Mientras sirve la comida, Carolina recuerda que hace 15 años vivió una angustia tremenda. Al diagnosticarle la enfermedad, tuvo que ser operada. Pero cuando en el Hospital de Especialidades número 71 mandaron analizar el tumor, su angustia fue mayor y ahí fue donde ya no dejó en paz a San Judas Tadeo.

Le pidió hasta el cansancio porque los resultados fueran negativos. Tenía a sus hijos pequeños y no quería abandonarlos. Además tampoco quería dejar a su esposo con toda la responsabilidad. Amaba a su familia, por eso era importante e indispensable vivir.

Relata que dos mujeres más tenían el mismo problema. Las tres esperaban el diagnóstico que fue enviado a Monterrey, Nuevo León por el Instituto Mexicano del Seguro Social, sólo que el resultado sólo la favoreció a ella. Ese día fue tal su alegría al descubrir que su tumor era benigno que le prometió al santo de su devoción que en su día ?28 de octubre-, le haría una reliquia.

Desde hace 15 años, desde un día como el de ayer, no le ha fallado a San Judas Tadeo. El primer año organizó un rosario y ofreció tamales a amigos y familiares, pero luego se decidió por la reliquia.

Durante todo un año, ella y su familia juntan dinero para la comida. Cada semana guardan 400 pesos para el convite, el que se reproduce como cuando Jesús hizo el milagro en las Bodas de Caná donde multiplicó el vino para los comensales.

También en prisión

En el Cereso de esta ciudad la vida parece normal. Cada festejo que se realiza a las afueras de las bardas de más de cinco metros de altura, también lo celebran los internos. No importa el tipo de delito que hayan cometido, todos reciben una porción de la comida que allí llevan.

Ayer se celebró el día a San Judas Tadeo y la reliquia no pudo faltar. En esta ocasión las sopas no fueron las mismas que tradicionalmente se sirven en el plato. Ayer, en lugar de arroz, sopa de estrellas y fideo, hubo espagueti con crema, el tradicional asado y un pimiento curtido.

La fila no se hizo esperar. Los presos aprovecharon el momento para convivir con la familia, otros más, se reunieron con un grupo de religiosos que visitó a los internos. La dicha rondaba cada uno de los rincones del Cereso.

Los reos tienen asegurados los festejos todo el fin de semana y por supuesto la comida no faltará. Un plato por persona parecía insuficiente, sin embargo, la convivencia era más importante que ?llenar el estómago?.

La mayoría de los internos dejó por un momento sus actividades productivas diarias para darle gracias a San Judas Tadeo. Tal vez el agradecimiento no borrará las culpas, pero sí podrán seguir dentro del penal con una mayor tranquilidad.

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