Necesario aprovechar experiencia de los adultos mayores.
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- La dinámica social hace necesario modificar la legislación, de manera que se incremente la edad laboral de los mexicanos y se disminuya la carga de trabajo tomando en cuenta el demérito de las condiciones físicas, pero aprovechando la experiencia de los individuos que desean seguir siendo productivos.
A consideración del secretario técnico del Instituto Coahuilense de las Personas Adultas Mayores (Icopam), Humberto Gómez Villarreal, a diferencia de las décadas pasadas en que la jubilación era una conquista social después de cumplir con determinados años de servicios, actualmente esto se ha convertido en una maldición para quienes se ven obligados a retirarse cuando todavía tienen vigor y experiencia para continuar laborando.
“Los que ya nos jubilamos entendemos que las pensiones en nuestro país son tan miserables, que nos vemos obligados a volver a trabajar, sea de manera marginal o integral”, expresó.
A su consideración, esto hace necesaria una reforma para aumentar la vida laboral de hombres y mujeres, de acuerdo con su capacidad física y con la experiencia que pueden seguir aportando en las áreas en que se han desempeñado.
En este sentido, resaltó que en la actualidad no es deseable que las personas adultas dependan de la asistencia social, sino que se deben buscar los mecanismos para que lleguen a ser autosuficientes.
Humberto Gómez Villarreal dijo que el Estado de Coahuila cuenta con alrededor de 170 mil adultos mayores, para quienes se busca dignificar las condiciones de vida.
En proporción, una de cada cuatro personas que habitan la entidad es adulto mayor (que ha rebasado los 60 años de vida), pero de acuerdo con las proyecciones de dinámica social del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), en el año 2050 habrá el mismo número de habitantes jóvenes que viejos, indicó el entrevistado.
Considerando estos números, dijo, es necesario despertar un interés general entre la población para que “nos preparemos a darle participación física, emocional y productiva al adulto mayor”.
Otra de las demandas que impera entre las personas de edad avanzada, según consideró, es alcanzar el equilibrio emocional y físico y una estabilidad económica, para lo cual se requiere de una profunda revisión a las políticas laborales y los esquemas de pensiones que hasta ahora se han aplicado.
Aclaró que el Icopam no cuenta con una función ejecutiva u operativa propiamente, sino que depende en gran medida de la estructura de Gobierno, que establece facultades y obligaciones y otorga presupuestos a cada dependencia para desarrollar programas y acciones que van específicamente encaminadas a los adultos mayores de la entidad.
En este sentido, consideró que siguen haciendo falta programas preventivos de atención a la salud de las personas mayores de 60 años.
Celebran foro
Con el propósito de reunir propuestas o simplemente escuchar las opiniones de los adultos mayores y encargados de las dependencias involucradas, se realizó un Foro Lagunero de las Personas Adultas Mayores.
El evento se llevó a cabo en las instalaciones del Voluntariado de Coahuila y fue organizado por el Instituto Coahuilense de las Personas Adultas Mayores (Icopam), el cual es presidido por Francisco José Madero González; el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), en coordinación con el Instituto Estatal de la Mujer.
El inicio de las actividades estuvo presidido por el alcalde de Torreón, Guillermo Anaya Llamas, quien fue acompañado por los presidentes municipales de Matamoros, Francisco I. Madero y Viesca y se contó con la asistencia de los representantes de cada una de las dependencias.
Durante el foro se hizo una amplia exposición acerca de las expectativas de vida de la población adulta; las condiciones de vida y proyecciones para los siguientes 25 y 50 años, según el INEGI.
También se hizo referencia a las enfermedades que se presentan en una mayor medida entre las personas que han rebasado los 60 años y el tipo de atención que se les brinda en las instituciones de asistencia social.
