EFE
Los Ángeles, EU.- Julia Roberts, la novia de Hollywood, descansa tranquila tras dar a luz a sus gemelos, un parto que recuerda que, pese al éxito y el dinero que da la meca del cine, sus estrellas también quieren ser madres.
Roberts, de 37 años, ya tiene la parejita tras el nacimiento por cesárea el domingo de Hazel Patricia y Phinnaeus Walter Moder. ?Tanto la madre como los niños están muy bien?, confirmó su portavoz, Marcy Engelman.
Los niños, que algunos medios señalan fueron concebidos ?in vitro?, nacieron un mes antes de fecha después de que la actriz tuviera que guardar cama a fines de octubre al notar contracciones.
Pese a su popularidad, Roberts ha sido muy celosa con su vida personal tras su matrimonio con el director de fotografía Danny Moder, al que conoció durante el rodaje de The Mexican.
Moder tampoco parece ser un amante de la farándula y se ha mantenido al margen del brillo de Hollywood, ambos concentrados en crear su hogar en su rancho de Taos, en Nuevo México.
Un espíritu familiar que subrayan los nombres de esta parejita: Patricia es un homenaje a la madre de Danny Moder y Walter es en recuerdo del padre de la heroína de Pretty Woman.
Los dos bebés sólo aumentarán este deseo de intimidad difícil conciliar con la llegada de dos de los mayores estrenos de la temporada, la comedia Ocean?s 12 y el drama Closer, ambos con Julia Roberts como protagonista.
En el caso de Closer, dirigida por Mike Nichols, la cinta puede traerle una posible candidatura a Roberts, quien ya ganó el Oscar a la Mejor Actriz en 2001 con Erin Brockovich.
?Si sale candidata, la veremos por todos los lados en febrero?, dice con ironía la comentarista de espectáculos Jess Cagle.
De hecho, el alumbramiento por cesárea y un mes antes de la fecha prevista para el parto parece seguir la norma de otras madres de Hollywood como Catherine Zeta-Jones, Celine Dion, Victoria Beckham o Madonna, descritas en la prensa del corazón como ?demasiado finas para empujar?.
Todas ellas escaparon al último mes del embarazo, el que deforma más la línea, para poder transformar así en un tiempo récord sus cuerpos de madres en el de estrellas.
