El saqueo del recurso forestal en Santa María de Ocotán, y la consecuente veda a la extracción, no es culpa solamente de los empresarios, sino de todos los sectores que confluyen a la producción silvícola, incluyéndose a las autoridades comunales y de las dependencias públicas como Semarnat y Profepa.
Con tal expresión, el legislador Adán Soria no comparte la visión del ex gobernador tradicional de Santa María de Ocotán, Asiano de la Rosa, quien culpa a los empresarios forestales de la extracción ilegal e irracional del recurso maderable y la cancelación de los permisos de aprovechamiento por al menos diez años.
Adán Soria dijo que de acuerdo con las instancias competentes de procuración e impartición de la justicia, se encontró responsabilidad en el delito de saqueo del recurso forestal a las autoridades comunales de Santa María de Ocotán, pero también a prestadores de servicios técnicos e inclusive a funcionarios de la Semarnat y Profepa, por lo que discrepó de la apreciación de Asiano de la Rosa.
Desde su punto de vista, lo que sucedió en Santa María de Ocotán, con la veda a la explotación forestal, es consecuencia de al menos 20 años de manejos irregulares en los aprovechamientos y del propio bosque, y ello indudablemente involucra responsabilidades de quienes fungieron como autoridades de la comuna.
Sin embargo, coincidió con Asiano en el sentido de que los comuneros en lo individual son los menos culpables de lo que sucedió, y en los hechos sufren el castigo del hambre; pero aclaró que los indígenas nunca tuvieron los ingresos que les generaba la explotación forestal, como la base del sustento de sus familias, ya que recibían 300 pesos anuales.
Por ello, consideró que ahora lo que importa es generar condiciones de progreso y desarrollo en las comunidades indígenas, de acuerdo con sus costumbres y tradiciones, para que sobrevivan a situaciones de mala alimentación.
Recordó que ya está el marco jurídico, para garantizar que los programas sociales y obras públicas lleguen con oportunidad a las comunidades indígenas, y de esta manera, con la concurrencia de todas las dependencias públicas de los tres niveles de gobierno, sin que haya duplicidad, se coadyuve a que las etnias no se queden estancadas en la marginación.
