MELBOURNE, AUSTRALIA.- La belga Justine Henin-Hardenne mantuvo la hegemonía sobre su compatriota Kim Clijsters, a quien venció ayer por 6-3, 4-6 y 6-3 para ganar en el Abierto de Australia su tercer título y segundo al hilo de Grand Slam.
Aunque con un gran susto de por medio, Henin-Hardenne, de 21 años de edad, obtuvo en 1:47 horas su primer cetro del Abierto de Australia, que en este 2004 cumple su versión 92; con el triunfo conservó la condición de número uno del mundo de tenis femenino.
Esta fue su tercera victoria sobre Clijsters, quien ya suma cuatro derrotas en finales de Grand Slam, en un juego por el título de uno de los Cuatro Grandes, pues la venció durante 2003 en la final del Abierto de Francia y en la del de Estados Unidos.
Kim Clijsters, muy querida en Australia por su noviazgo con Lleyton Hewitt, no le facilitó el partido a Henin-Hardenne, quien pese a una ventaja de 4-2 perdió el segundo set y con delantera de 4-0 casi fue alcanzada en el marcador.
Clijsters, quien cuando se trata de una final poco ha podido hacer ante Henin-Hardenne, comenzó el partido con agresividad, pero lo más que logró, ante una rival tenísticamente superior en ese inicio, fue una ventaja de 2-1, porque enseguida perdió tres juegos en fila.
En el 2-2, la primera sembrada logró un quiebre y luego se puso 4-2 al frente. Para adjudicarse el set, en cuestión de 30 minutos, volvió a romper el saque de Clijsters, que cometió errores que se acrecentaron al no poder descifrar el juego de su oponente.
Clijsters dio la impresión de que estaba en la lona con un 4-2 en contra en el segundo set. Entonces, concretó un quiebre que la volvió a meter a la disputa del título, a reponerse anímicamente y a tomar el control sobre una Henin-Hardenne que lucía invencible, para acreditarse la manga en 42 minutos y empatar el juego.
Los casi 15 mil aficionados reunidos en la Arena Rod Laver de Melbourne Park, entre ellos el novio de Kim Clijsters, el tenista australiano y ex número uno del mundo Lleyton Hewitt, esperaban que la reacción llegara a más, sólo que la líder de la clasificación mundial se encargó de sepultar las ilusiones de su oponente.
Y es que cuando mejor se veía la segunda sembrada de esta tradicional prueba sobre canchas duras, Henin-Hardenne recuperó el nivel del primer set y tomó ventaja de 3-0 en 11 minutos al arrancar la tercera manga.
Ya con un pesado 4-0 de desventaja, la nativa de Bilzen todavía logró ganar tres juegos para ponerle emoción al partido, cuyo desenlace se escribió con una cerrada decisión de la juez de silla en contra de Clijsters, en una pelota que parecía buena.
La primera vez que estas jugadoras se enfrentaron en una final de Grand Slam ocurrió el siete de junio de 2003, cuando Henin-Hardenne venció a Clijsters por 6-0 y 6-4 para conquistar su primer "major", que fue en la arcilla del Abierto de Francia.
Casi tres meses después, el seis de septiembre, Henin-Hardenne le repitió la dosis a Clijsters, al derrotarla por 7-5 y 6-1 en el juego por el título del Abierto de Estados Unidos, sobre canchas duras.
La campeona, además de asegurar la primera posición en el ranking mundial de la Asociación de Tenis Femenino (WTA), se embolsó 942 mil 492 dólares, por 462 mil 246 billetes verdes.
La perdedora de ayer, quien por una lesión estuvo cerca de no inscribirse al torneo, agradeció el apoyo del público y se dijo contenta por haber llegado a la final, ya que por sus molestias físicas no pensó que llegaría a esta instancia.
A su vez, la nueva monarca del Abierto de Australia, tras levantar el trofeo felicitó a su rival, tras un juego en que estuvieron parejas en errores no forzados (38 de Justine y 43 de Kim, pero la primera conectó 30 tiros ganadores, por 12 de Clijsters).
