Hamid Karzai es el primer presidente elegido en comicios democráticos en la historia de Afganistán.
Kabul, (EFE).- Hamid Karzai tomó hoy, martes, posesión de la Jefatura del Estado de la República Islámica de Afganistán, tres años después de la caída de los talibanes y con el reto de reconstruir un país asolado por veinticinco años de guerras.
Como primer presidente elegido en unos comicios por sufragio universal en la historia de Afganistán, Karzai juró el cargo en presencia de más de 400 dirigentes políticos, sociales y religiosos afganos y unos 150 representantes extranjeros, en el Palacio Presidencial de Kabul.
Rodeado por los principales ulemas del país y ante el Corán, Karzai dijo: "Juro obedecer y salvaguardar las sagradas disposiciones del Islam, observar la Constitución y las leyes afganas y supervisar su aplicación".
Karzai, de la etnia pastún, la mayoritaria del país, que vestía una capa verde tradicional, un traje negro y un gorro de piel también negro, concluyó su juramento afirmando: "Con la ayuda de Dios y el apoyo de la Nación, haré un gran y sincero esfuerzo para conseguir la felicidad y progreso del pueblo de Afganistán".
En una breve alocución, el presidente mostró su agradecimiento a las naciones que han colaborado con tropas y ayuda al inicio de la normalización de Afganistán desde la caída del régimen ultraintegrista islámico Talibán, a finales de 2001.
Señaló, asimismo, que los objetivos principales de sus próximos cinco años de Gobierno serán promover el desarrollo, la lucha contra el tráfico de opio, del que Afganistán es el principal productor mundial, y acabar con el terrorismo y el poder de los "señores de la guerra", que en la actualidad dominan la mayor parte del territorio.
"Estamos dejando atrás un duro y oscuro pasado y hoy abrimos un nuevo capítulo de nuestra historia con espíritu de amistad con la comunidad internacional", dijo Karzai, cuyo país a estado aislado desde hace casi tres décadas.
Los dos vicepresidentes, Ahmad Zia Masud y Karim Jalili, miembros de las dos principales etnias minoritarias, la tayika y la hazara respectivamente, también juraron sus cargos tras Karzai.
Entre los invitados internacionales, se encontraban Dick Cheney, vicepresidente de EU, y Donald Rumsfeld, secretario de Defensa de ese país, que tiene destacados 18 mil militares en Afganistán y ha sido el principal apoyo de Karzai desde que ocupó la Presidencia interina hace tres años.
Cheney, que lo mismo que Rumsfeld abandonará hoy Afganistán, donde ha permanecido unas pocas horas, comento tras la ceremonia que, "por primera vez, el pueblo de este país ve con confianza un futuro en libertad y paz".
Naciones Unidas, que coordina los esfuerzos internacionales para la reconstrucción de Afganistán y apoya a las autoridades afganas en la planificación de las nuevas instituciones y la organización de las elecciones, estuvo representada por el asesor especial del secretario general de la ONU, Lakhdar Brahimi, ex enviado especial al país del organismo internacional.
La toma de posesión de Karzai ha tenido lugar con la ciudad de Kabul fortificada, debido a las medidas de seguridad adoptadas por la Policía y el Ejército afganos y las fuerzas internacionales presentes en el país.
En una operación sin precedentes, un cordón de agentes de las Fuerzas de Seguridad cercaron la ruta de cuatro kilómetros que va del aeropuerto de Kabul al centro de la ciudad, donde se encuentran el Palacio Presidencial y el Ministerio de Asuntos Exteriores, donde se celebró un almuerzo oficial tras la jura del cargo de Karzai.
El día de hoy se ha declarado festivo en Afganistán y las calles de Kabul, cerradas al tráfico, no registran actividad comercial, mientras la Policía y el Ejército afganos y las patrullas de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) han ocupado la ciudad, que también es vigilada desde el aire.
Tras la toma de posesión, Karzai se reúne hoy con una amplia representación de dirigentes locales, tribales y religiosos afganos, en un encuentro destinado a explicarles los principales puntos en que se centrará su Gobierno y recabar su apoyo.
