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KIRKUK, IRAK.- Un atacante suicida detonó ayer una bomba frente a una academia de la policía iraquí en la ciudad septentrional de Kirkuk en momentos en que los cadetes salían rumbo a sus casas y dejó un saldo de por lo menos 20 muertos y 36 heridos, dijeron las autoridades.
Por otra parte, fuerzas estadounidenses e iraquíes combatieron con insurgentes del norte de Irak ayer tras lanzar una operación para destruir una presunta célula extremista en el pueblo septentrional de Tal Afar, dijeron los militares norteamericanos.
Por lo menos nueve personas murieron y 50 resultaron heridos, dijeron fuentes de un hospital cercano.
Las ambulancias corrieron al lugar de los hechos en Kirkuk, donde el estallido incendió siete automóviles y los socorristas se llevaban a los heridos en camillas. Algunos de los lesionados esperaban por atención médica echados a la entrada del edificio.
“Este es un acto terrorista contra miembros de la policía iraquí que salían rumbo a sus hogares”, dijo el coronel policial de Kirkuk Sarhat Qadir.
La policía iraquí selló las rutas que conducían al lugar del estallido. La policía iraquí hizo disparos de advertencia al aire para dispersar a los residentes que corrían rumbo al lugar del atentado para averiguar lo ocurrido a sus familiares.
El general Torhan Abdul-Rahman Yousif, jefe de la policía de Kirkuk, dijo que el total de muertos se elevó a 20 y el de heridos a 36.
Los insurgentes de Irak, que combaten desde hace 16 meses a las autoridades, han utilizado automóviles dinamitados, sabotajes y secuestros en su empeño por desestabilizar el país y expulsar a las fuerzas de la Coalición.
El atentado de ayer fue el más reciente de una serie de ataques dirigidos específicamente contra los iraquíes que trabajan para el Gobierno interino del primer ministro Iyad Allawi, respaldado por Estados Unidos.
Mientras tanto, los combates cerca de la ciudad de Mosul entre fuerzas de EU e insurgentes iraquíes dejaron ayer nueve muertos y más de 50 heridos.
Los ataques norteamericanos se produjeron exactamente en la localidad de Tel Afar, a unos 55 kilómetros al oeste de Mosul (unos 400 kilómetros al norte de Bagdad).
Según testigos locales citados por la cadena Al Arabiya, helicópteros y aviones norteamericanos lanzaron un ataque contra algunos barrios de la localidad después de que estallaran duros enfrentamientos entre grupos armados y las tropas estadounidenses.
Los insurgentes consideran a los policías como colaboradores con las fuerzas de la Coalición, que tratan de restablecer el orden público.
Los extremistas han volado estaciones policiales en todo el país, han abatido a balazos a agentes del orden y han atacado comisarías con morteros y granadas lanzadas por cohetes.
Por su parte, el doctor Fawzi Mohamed, director del hospital de la ciudad, describió la situación como muy crítica, ya que necesitan ayuda médica de los hospitales de Mosul.
Mohamed teme que la cifra de muertos ascienda, ya que otros cadáveres y heridos aún pueden encontrarse bajo los escombros de las viviendas destruidas, a las que ambulancias no han podido acercarse por el fragor de los combates.
Según las fuentes, en los enfrentamientos han resultado incendiados algunos camiones militares y un helicóptero habría sido derribado, informaciones que no han sido confirmadas por las autoridades locales o las tropas estadounidenses.
Mosul, la tercera mayor ciudad de Irak, es a menudo escenario de atentados y ataques contra las tropas estadounidenses y las fuerzas de seguridad iraquíes.
