La camerata de Coahuila celebra el 70 aniversario del Palacio de Bellas Artes.
El Siglo de Torreón
TORREÓN, COAH.- Su oficina se encontraba a media luz, únicamente iluminada por una lámpara de pie ubicada en un rincón. En las instalaciones de La Camerata de Coahuila no sonaban los teléfonos ni el personal trabajaba afanosamente como lo hacen en días normales. Por tratarse de la Semana Santa, todos andaban de vacaciones, todos menos el maestro Ramón Shade que ultimaba algunos asuntos y otras personas que se estaban dando a la tarea de darle “una pintadita” al lugar.
Así, entre el olor a solventes, el director de la orquesta evocó el momento en que le fue notificado que por vez primera él y sus músicos, estaban como invitados para presentarse el 12 de marzo pasado en la Sala Grande del Palacio de Bellas Artes, como parte de los festejos que se están realizando por su 70 Aniversario. Tampoco pudo dejar de lado los sentimientos que los embargaron antes y después del concierto. Una experiencia que jamás olvidarán.
Anteriormente la orquesta lagunera ya había ofrecido recitales en la Unidad Cultural del Bosque (en los teatros ubicados detrás del Auditorio Nacional), así como en la Sala Blas Galindo del Centro Nacional de Bellas Artes -ambas en la Ciudad de México- pero nunca lo habían hecho en el sitio considerado como el “máximo templo de la música” del país.
“Una noche que me encontraba en Saltillo, meses antes del concierto, el maestro Saúl Juárez (Director General de Bellas Artes), me dijo que quería que la orquesta estuviera en la Sala Grande del Palacio de Bellas Artes para la celebración del 70 Aniversario, le dije que perfecto, que íbamos a empezar a planearlo. Él me pidió que buscara un programa muy característico de la Camerata... nos pusimos a buscar un solista mexicano muy representativo y que también estuviera identificado con La Camerata como es el caso de Jorge Federico Osorio. Finalmente conjuntamos un programa clásico, un programa prácticamente austriaco con música que es muy característica del repertorio de la orquesta como las obras de Gluck, Haydn y Mozart, también incluimos a Schubert con una Polonesa”.
Shade recuerda que todos los músicos se mostraron contentos al saber la noticia y aunque él se ha presentado en innumerables ocasiones en el recinto dirigiendo a distintas orquestas, definitivamente no es lo mismo. “Hay un sentimiento raro en el aspecto de sentirme en un lugar donde ya he estado pero con otras orquestas, pero estar con La Camerata de Coahuila y estar haciendo música en el Palacio, fue muy emocionante. Los músicos realmente dieron todo lo que tenían que dar, tocaron desde mi punto de vista espléndidamente”.
Debido a la gran actividad que hubo en el recinto un día antes de la presentación de los laguneros, la orquesta no pudo ensayar sino hasta dos horas antes del concierto. Finalmente la hora había llegado, La Camerata se encontraba ante un selecto público conformado por importantes personalidades del medio cultural del país. La primera obra fue La Danza de las Furias. “Desde el momento que la primera obra salió bien, dije la orquesta está prendida, concentrada y consciente de la responsabilidad que el concierto significa”, platicó el director.
Aunque La Camerata ya es reconocida dentro y fuera del país, con esta participación en Bellas Artes reafirmó que es una de las mejores de México. “Creo que esta invitación llegó al tiempo justo pero quiero recalcar que no hicimos La Camerata para que fuera a tocar a Bellas Artes, sino como dije en la rueda de prensa que dimos en México, su finalidad principal era hacer música donde no la había, en un estado como Coahuila”.
Luego de esa presentación, La Camerata de Coahuila ha recibido numerosas invitaciones para tocar en el interior de México y en el extranjero. También continuará con sus presentaciones habituales y preparando el concierto de su décimo aniversario.
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La noche del pasado viernes 12 de marzo, El Palacio de Bellas Artes se transformó en el recinto que albergó por vez primera a la Camerata de Coahuila, la orquesta de cámara de los laguneros que igualmente celebra su primera década de compartir su música a través de una gira por distintas ciudades del país.
Bajo la dirección del maestro Ramón Shade (heredero profesional de Karl Österreicher y Hans Swarowsky), el programa inició con Orfeo ed Euridice. Danza de la Furias de Christoph Willibald Gluck, una pieza en la que inmediatamente se advierten y recrean sentimientos, emociones, calidad dramática, espontaneidad y un cierto patetismo germánico.
Sin embargo, el momento estelar se acusó por medio de Concierto para Piano No. 23 en La Mayor K.488 de Wolfgang Amadeus Mozart, una obra que contó con la destacada participación del pianista Jorge Federico Osorio, uno de los más importantes y eminentes solistas mexicanos de nuestros tiempos. De esta manera, el virtuosismo y sensibilidad de Osorio deriva en un inicial Allegro logrado con un alto grado de expresividad; un Adagio que permite ese diálogo de dramáticos contrastes entre la orquesta y el pianista; y finalmente, el Allegro assai culmina en la inspiración melódica y perfección formal denotada en la obra del hijo predilecto de Salzburg.
Así, entendiéndose de manera sobresaliente con los músicos y ante la mirada siempre atenta del director Ramón Shade, Jorge Federico Osorio se despidió de los asistentes con una amplia sonrisa rumbo al intermedio, no sin antes regresar al escenario una vez más y agradecer de la mejor manera: musicalmente; experiencia mágica vivida una semana previa en el Teatro Isauro Martínez.
La segunda parte del concierto estuvo conformada por las obras Polonesa en Si Bemol Mayor D.580, de Franz Schubert y Sinfonía en Mi Bemol Mayor HOB I:99 de Franz Joseph Haydn (Con información de Edgar Morales Saucedo).
PIE: Bajo la dirección del maestro Ramón Shade, la Camerata de Coahuila se presentó por vez primera en el Palacio de Bellas Artes interpretando obras de Gluck, Mozart, Schubert y Haydn, contando con la participación del pianista Jorge Federico Osorio y el violinista Sebastián Chupáis (Fotógrafía Icocult Saltillo).
Hasta los últimos rincones
Además de su presentación en El Palacio de Bellas Artes, La Camerata se presentó en otras nueve ciudades, demostrando un alto nivel interpretativo.
Saltillo.
Fresnillo.
Ciudad de México.
Pachuca.
Cuernavaca.
Tlaxcala.
San Luis Potosí.
Guanajuato.
Guadalajara.
Querétaro.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón