El Ballet Montecarlo abre la temporada inaugural del Teatro Nazas
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- El cuento de hadas se hizo realidad en el Teatro Nazas, a través de los bailes del ballet Montecarlo.
El telón del nuevo recinto cultural se abrió por primera vez en punto de las 9:11 de la noche del pasado sábado, para dejar al descubierto las mamparas móviles que habrían de representar cada cuadro de los tres actos.
En una mezcla de danza clásica y contemporánea, el ballet presentó una Cenicienta muy conceptual. Cada uno de los elementos sobre el escenario ocupaba un sitio importante en la historia, porque aportaba las emociones y sentimientos de los personajes.
Con toda su carga emocional, Cenicienta demostró que no era como en las anteriores adaptaciones. Por momentos, dejaba su lugar para que el Hada se convirtiera en el centro de la historia.
Precisamente, este mágico personaje va a ser quien se lleve buena parte de la puesta, porque no se limita a resolverle la vida a la joven, sino que la hace ?despertar? a la conciencia de que existe un mejor futuro para ella.
Quizá éste va a ser el mensaje principal del célebre clásico, que lo convertirá en una historia contemporánea, sobretodo en un contexto en el que ya no existen los castillos, pero si una sociedad que se enfrenta a la desintegración familiar, motivo de soledad para muchos jóvenes.
Pero, mención aparte merece la técnica y el desempeño escénico. Los bailarines dieron muestra de un gran dominio en la expresión corporal, una comunión con su cuerpo y con el entorno, que sólo se logra con años de práctica en la academia.
La Madrastra y las Hermanastras aportan la chispa de maldad, escondida entre la vanidad, el egoísmo y la envidia, que no serán suficientes para que el Príncipe descubra en Cenicienta a la mujer de sus sueños.
El Ballet de Montecarlo viene a demostrar que no hace falta una gran escenografía, ni un suntuoso vestuario, si la calidad de interpretación y ejecución cumplen con los estándares. Y al parecer los cumplieron, porque los aplausos de la audiencia no se hicieron esperar en el intermedio y, posteriormente, al final de la obra.
El público lagunero ocupó las mil 447 butacas. Los boletos se agotaron desde un día antes, aunque no faltaron los revendedores que a la entrada ofrecían un ?buen precio?. La situación se repitió anoche, cuando se brindó una segunda función de este famoso clásico.
Fue una velada como pocas, de ésas que quedarán marcadas en la memoria histórica de esta ciudad. Y la temporada apenas inicia...
Antecedentes
El ballet de Montecarlo resurgió en 1985, cuando la princesa Estefanía de Mónaco quiso cumplir con la devoción de su madre, la princesa Grace, que soñaba con volver a contar con una compañía de ballet en el principado.
Desde la llegada de Jean-Christophe Maillot a la dirección, en 1993, la compañía ha logrado consolidarse en madurez y perfección, ganando el reconocimiento mundial. En los últimos diez años, se ha creado un repertorio centrado en las propias obras de Maillot, que al mismo tiempo no ha rechazado el presentar a numerosos coreógrafos invitados.
De modo que, ha conjugado con éxito nuevos niveles de exigencia, para dar sustancia a la compañía. Su clara visión de futuro se basa en la convicción de que, como el resto del mundo, la danza evoluciona constantemente y que se trata de una pasión esencial que él sabe compartir.
PERSONAJES
El coreógrafo director del Ballet de Montecarlo es Jean-Christophe Maillot.
HADA: April Ball.
PADRE: Jens Weber.
CENICIENTA: Paola Cantalupo.
PRÍNCIPE: Asier Uriagereka.
MADRASTA : Giogia Masala.
HERMANAS: Agalie Vandamme.
INTENDENTES DEL PLACER: Rodolphe Lucas y Jérome Marchand.
CUATRO AMIGOS: Emmanuel Puons, Bruno Roque, Ramón Gómez Reis y George Oliveira.
MANIQUÍES: Gerald Durand, Julien Bancillon, Antón Belis y Eugene Slepov.
FUENTE: Teatro Nazas.