Nuestros hijos tienen una probabilidad de alcanzar un mayor grado de desarrollo físico si los involucramos en el deporte, específicamente el entrenamiento con pesas promueve que el cuerpo se desarrolle de una manera más poderosa cuando los jóvenes están en la adolescencia. Su genética puede no desarrollarse en un cien por ciento por factores de mala alimentación, estrés o falta de ejercicio; el asistir a un gimnasio a practicar con pesas es importante para que la hipófisis de las(os) jóvenes se estimule a producir una mayor cantidad de hormonas, así como se induce a todos los órganos a desarrollarse y a trabajar de una manera más eficiente.
Es un hecho que los adolescentes que llegan a los 18 años con mucho tiempo de ejercicio tras de sí, presentan cuerpos más simétricos, con menos grasa, más altos, es decir que el ejercicio estimula al cuerpo a desarrollarse de una manera sana y a explotar la genética que traen consigo.
El ejercicio de ninguna manera se debe practicar ocasional o de fin de semana pues lo único que aumenta es la posibilidad de lesiones, debe practicarse al menos unas tres veces a la semana y si se puede cinco, pero los resultados son tan enormes que nunca se arrepiente uno de promover la práctica del deporte. Es una eficaz herramienta en contra de la ya tan común depresión y por ende ayuda a los jóvenes a sentirse liberados y a rendir de una manera más efectiva en la escuela.
El entrenamiento con pesas genera una sensación de bienestar físico y mental varias horas después de realizar el mismo, dado que el efecto de las encefalinas y de las endorfinas es enorme.
Necesitamos motivar a nuestros jóvenes a ejercitarse de manera diaria y a lograr excelencia física, es una gran herramienta para, de manera secundaria, alejarlos de las drogas y crear una disciplina en ellos que sólo puede acarrear cosas buenas.
Hasta la próxima...