Si usted es una mujer o un hombre de alto rendimiento aeróbico, no le caería mal que después de un día con al menos dos horas de entrenamiento de alto o bajo impacto, su pareja, su hijo o quien fuese, le diera un cuidadoso masaje en los pies, de ser posible iniciarlo lenta y suavemente, preferiblemente por la noche antes de dormir.
Llevar el masaje desde suave hasta moderadamente intenso y si es posible utilizar aceite de olivo, en mínima cantidad, esto generará desinflamación durante su absorción nocturna, suavizará los pies y además generará calor, dado que los pies son el termómetro del cuerpo esto ayuda mucho a su pronto restablecimiento.
Durante el masaje no estire ningún dedo hasta asegurarse que estén bien calientes y cuando lo haga debe ser muy suave el restiramiento, ya sea agónico o antagónico, dar especial cuidado al talón y el arco, mismos que por su alta concentración nerviosa son más susceptibles a inflamarse, si aprovecha y el masaje se extiende suavemente hasta el tobillo esto traerá grandes beneficios de recuperación.
El masaje en los pies favorece una relajación general que provocará un mejor sueño nocturno. Es muy común que si se entrena aeróbicamente intenso a diario, el cuarto y quinto día de la semana, se presenten pies y tobillos inflamados y adoloridos, sin embargo, con cuidados especiales esto no sucede, basta relajarse un poco, eso es todo.
La cooperación y entendimiento de su pareja o familiar de esta necesidad es muy importante, así como la paciencia para llevar el masaje desde una etapa suave a una intensa, que no genere dolor, por supuesto.
Hasta la próxima...