El País
Madrid, España.- Fiel a la cita anual con sus incondicionales, Woody Allen presentó en San Sebastián su nueva comedia agridulce y coral.
?Está deprimido, está desesperado, está al borde del suicidio. La comedia está servida?. El actor Wallace Shawn, al que Woody Allen convierte aquí en contertulio cafetero, describe con precisión el ingrediente básico que nos provoca la risa. ¿Que cuál es? Ups, reconozcámoslo: la tragedia, el sufrimiento ajeno.
Ver a alguien estamparse contra el suelo o hacer el más absoluto ridículo nos llena de regocijo, nos provoca esa carcajada que a veces tapamos con la mano, más que nada por vergüenza. Pero, cuidado, lo mismo que nos divierte nos puede provocar un nudo en la garganta. Todo depende de la perspectiva: ?Lo que intento explicar es que en mi película como en la vida es muy difícil distinguir entre comedia y drama... ¡Se parecen tanto! Todo depende del momento vital que sientas?, comentó el gran Allen poco después de mostrar su satisfacción por el apoyo recibido a su cine por el público español y el reconocimiento a su carrera con el Premio Donostia en San Sebastián.
Eso es exactamente lo que ha hecho Woody Allen. Duplicar la perspectiva, ahorrarse el resultado de tener que lanzar al aire la moneda de siempre y tener que optar por la cara cómica (la de Misterioso asesinato en Manhattan, Poderosa Afrodita, Hannah y sus hermanas, Granujas de medio pelo, La maldición del escorpión de jade...) o la cruz trágica (la de Interiores, Otra mujer, Septiembre, Alice...). Melinda y Melinda es precisamente eso, las dos caras de una misma historia.
Melinda duplicada: Melinda metida en un lío hilarante, Melinda abatida por un drama terrible: ?He vivido momentos muy placenteros y divertidos pero mi visión del mundo es bastante pesimista y lo que se ve en mis películas es fruto de este sentimiento trágico de la vida. Me pasa cada mañana en cuanto cojo el periódico. Las películas serias calan más hondo, tocan a la gente de una forma más profunda. El mundo es en realidad un drama y por eso siempre se premia a las películas de este género. La comedia es tan sólo una diversión, una forma de evitar enfrentarse a la realidad?, continúa el cineasta.
El asunto lo propone el director a partir de cuatro personajes reunidos en un café de Manhattan. Uno de ellos cuenta una anécdota: la cena de un grupo de amigos se interrumpe por la inesperada visita de una mujer misteriosa. Un punto de partida para escribir una comedia romántica, según algunos. Y para un doloroso drama, según otros. Acordes de Stravisnky para los momentos más serios. Duke Ellington para los más ligeros. Así, desde la visión de Allen arrancamos imaginariamente hacia dos caminos diferentes en la historia de una misma mujer, pero desde el mismo cruce. O, en este caso, desde el mismo timbre.
En clave de comedia
Melinda (Radha Mitchell) esa mujer que se duplica, la que disfruta de la vida, la que se deprime: es rubia, delicada, con un punto de inocencia que despierta la empatía instantánea en los sorprendidos e interrumpidos comensales del matrimonio formado por Hobie (el cómico Will Ferrell, Elf y El reportero) y Susan (Amanda Peet, Identity, Falsas apariencias).
En realidad, Melinda llega a una cena preparada con el propósito diseñado por la anfitriona, que es directora de cine, de que uno de sus invitados invierta una buena suma de dinero para financiar su siguiente proyecto. Así que Melinda, un poco ebria y con la inquietante confesión de haberse tomado demasiadas pastillas para dormir, se planta en medio de esa cena con estrategia comercial para echarlo todo al traste.
Y, por supuesto, no será sólo el menú lo que altere su presencia, sino los sentimientos de todos los presentes, en especial los de Ferrell, demasiado harto de una mujer impetuosa y egoísta, y seducido por la dulzura y naturalidad de la inesperada invitada. De cómo él conseguirá que ella responda a su enamoramiento (aunque sea con vergonzosas y arriesgadas visitas nocturnas) se encarga la experiencia sobre el papel del Allen más seductor y, por supuesto, más cómico.
La parte de tragedia
Melinda está abatida, tras el umbral de la puerta. Su pulso tiembla y con él, un cigarro eterno. Está demacrada, tiene ojeras y el pelo sucio. Por eso, los invitados del matrimonio pijo de Park Avenue formado por Lee (Jonny Lee Miller, Cazadores de mentes) y Laurel (Chloë Sevigny) sienten más rechazo que curiosidad.
Una de las invitadas (Brooke Smith) da algunas pistas mientras Melinda es acompañada al servicio y a su habitación, recién solicitada ?sólo por un par de días?. Cuenta que Melinda era una buena amiga desde la adolescencia, pero que su forma de actuar se fue, digamos, distorsionando con el tiempo, hasta que le perdieron la pista.
Sin embargo, la verdad es mucho peor: Melinda está huyendo tras haber cometido un crimen. Sus amigos, aunque recelosos, deciden animarla, pero todo se descontrolará cuando ella no se interese por el hombre que le han ?buscado?, sino por el pianista de la fiesta (Chiwetel Ejiofor), a quien su querida amiga Laurel, una mujer obsesionada con ir a restaurantes y salir de copas, mira con demasiado interés: ?Es verdad que mis mejores papeles siempre los he escrito sobre mujeres. Porque son más interesantes, atractivas, más misteriosas y más vulnerables que los hombres?, comentó el autor de Delitos y faltas.
El Woody Allen más sombrío se mete en las rendijas emocionales de estas dos mujeres ansiosas por ser vistas, observadas y deseadas por unos ojos distintos.
Para reír y llorar
Melinda y Melinda mezcla la comedia romántica y el drama de una forma a la que Woody Allen, sin parangón con otros realizadores, le gusta contraponer. La acción tiene lugar en Manhattan y relata un par de crisis que dan rienda suelta al talento cómico y dramático de los actores Chiwetel Ejiofor, Will Ferrell, Jonny Lee Miller, Radha Mitchell, Amanda Peet, Chloë Sevigny y Wallace Shawn.
Se tratan todos los temas usuales en Woody Allen: la fragilidad del amor, la infidelidad dentro del matrimonio, el romance sofisticado, la incapacidad de comunicación. Como dice uno de los personajes de la película, ?Está apesadumbrado, está desesperado, tiene tendencias suicidas. Existen todos los elementos cómicos?. La película de Fox Searchlight Pictures ?Melinda y Melinda? ha sido escrita y dirigida por Woody Allen y ha sido producida por Letty Aronson.
