Cada vez más gente dice padecer enfermedades nerviosas por el estrés, pero la mayoría busca remedios medicinales o profesionales, cuando la cura verdadera está en el Evangelio, opinó ayer el arzobispo de Durango, Héctor González Martínez.
En la homilía de la Misa de ayer al mediodía en la Catedral, cuya concurrencia de fieles fue notoria a pesar de las bajas temperaturas con las que inició el día, monseñor González Martínez refirió que la sociedad se aleja de la Palabra de Dios y por eso empieza a vivir en la intranquilidad.
Al reflexionar sobre el Evangelio de San Lucas, el cual trata sobre las enseñanzas de Jesucristo respecto del día final de la humanidad, el Arzobispo de la Arquidiócesis local manifestó que comúnmente ?los católicos se asustan cuando los protestantes dicen que muy pronto se acabará el mundo?.
?La sociedad empieza a vivir estresada, intranquila, sin paz, no solamente por el fin del mundo, sino por cosas incluso triviales. Yo digo que los crédulos de eso son los que se asustan; los demás seguimos trabajando... trabajando en todos los sentidos?, dijo.
Para el clérigo es necesario que los fieles dejen de pensar en el final y en las cuestiones que les causan las llamadas enfermedades nerviosas como el estrés, padecimientos que según el Arzobispo son relativamente nuevos y que generan visitas a especialistas de la psicología o la psiquiatría.
Sin embargo, puntualizó que la gente creyente viviría en paz consigo misma y con el entorno que la rodea si viviera con tranquilidad espiritual y en constante enseñanza de lo que dice el Evangelio.
Frente a la feligresía que se dio cita a la misa dominical de las 12:00 horas en la Catedral Basílica Menor de Durango, González Martínez exhortó a los oyentes a que edifiquen mejor su presente y no se mitiguen la mente por el futuro, ya que el Reino de Dios lo pueden hacer visible todos los días en sus cotidianas tareas.
Así, hizo un llamado a todos los sectores de la sociedad duranguense: trabajadores, empresarios, servidores públicos, estudiantes, amas de casa, a todos, para que en su perímetro de influencia diaria se conviertan en una señal visible del Reino de Dios.
PERSONALIDAD
Fuerte crítica
En otra parte de la homilía de ayer en Catedral, monseñor Héctor González hizo una crítica fuerte a la personalidad de los que solamente hacen su labor cotidiana en busca de ser exaltados, de que la demás gente los vea como protagonistas; de recibir aplausos y ser gente de relumbrón.
Por ello reiteró que en la actualidad no solamente el estrés y padecimientos de ese tipo son los que entran dentro de las enfermedades nerviosas, sino también las inseguridades y la falta de Dios, que se convierte en soberbia y afán de ser reconocidos y aplaudidos por el mayor número de gente posible.
