“El hombre entra en la multitud por ahogar el clamor de su propio silencio”.
Rabindranath Tagore
Dicen que la mejor defensa es el ataque. Y René Bejarano lo ha entendido perfectamente bien. Por eso este lunes 12 de abril, después de aguantar durante más de un mes lo que él ha calificado como un linchamiento mediático, se lanzó a la ofensiva.
Sus acusaciones han sido fuertes y muy repartidas. Una de ellas era previsible desde hace tiempo. Bejarano afirmó que recibió dinero del contratista Carlos Ahumada porque así se lo instruyó Rosario Robles, en ese entonces presidenta nacional del PRD.
Originalmente Bejarano había dicho que el dinero de Ahumada se lo había entregado a Leticia Robles, la actual jefa delegacional de Álvaro Obregón en la ciudad de México. Ella negó haber recibido el dinero y Bejarano no insistió. Este lunes cambió su historia, por lo menos parcialmente, cuando dijo que el dinero se lo dio a Rosario Robles para su posterior entrega a la campaña de Leticia Robles.
El gran as bajo la manga de Bejarano, sin embargo, no fue la acusación en contra de Rosario ni el análisis del Canal 6 de julio, en el que supuestamente se prueba que los videos están manipulados (aunque no tanto que Bejarano pueda decir que Ahumada nunca le entregó el dinero que se aprecia en los videos) sino su presentación de unos supuestos estados de cuenta bancarios de Rosario Robles, Carlos Ahumada, el vicepresidente de Televisa Bernardo Gómez, el coordinador de logística electoral del PRD Adolfo Llubere, el ex oficial mayor del PRD José Ramón Zebadúa y Mariana Moguel Robles, hija de Rosario Robles, entre otros personajes.
Mucho se ha dicho ya sobre esos extraños estados de cuenta, con textos en inglés que no corresponden a los que los bancos manejan usualmente y que no especifican con claridad si las cifras que registran son en dólares o en pesos. Para evitar una posible acusación penal por violación al secreto bancario, Bejarano ha dicho que esas copias le fueron entregadas por alguien de manera anónima.
Los estados de cuenta muestran presuntas transferencias de dinero de esas personas a cuentas de Carlos Ahumada. Pero no solamente han sido desmentidas ya esas transferencias, sino que el análisis de los estados de cuenta genera dudas serias sobre su veracidad. Del análisis de los documentos, por otra parte, no se alcanza a entender cuáles son las transacciones que supuestamente exonerarían a Bejarano.
Queda claro que los problemas legales de Bejarano no han desaparecido por las supuestas pruebas que presentó el 12 de abril. De momento su declaración de que recibió el dinero de Ahumada por instrucciones de Rosario Robles y de que posteriormente lo entregó en casa de ella es su palabra contra la de ella. Ante un tribunal hay una prueba fehaciente, los videos, de que él recibió el dinero, pero no de que se lo haya entregado a nadie.
No hay ninguna indicación, sin embargo, de que Bejarano se haya beneficiado personalmente del dinero recibido. Sus cuentas bancarias no muestran ningún ingreso excepcional. Su estilo de vida y su historial no exhiben una pasión por el dinero sino por el poder político. No es probable que él se hubiera embolsado el dinero de Ahumada. La explicación de que actuó por instrucciones de Rosario, con el propósito de ayudar al esfuerzo electoral del PRD, tiene una lógica indudable.
Los estados de cuenta, que en realidad no son más que copias de impresos de computadora, pueden no revelar nada por sí solos. Pero los números de cuenta pueden ayudar a revelar si efectivamente hay una relación entre las personas que señala estuvieron relacionadas en una conspiración política.
Pero aunque esta conspiración fuera exacta hasta el último detalle, el problema fundamental de Bejarano no se resuelve. Recibir una cantidad tan grande de dinero de un contratista es un acto incorrecto. Si efectivamente él le entregó el dinero a la presidenta de su partido, esto no reduce su responsabilidad, sino que simplemente la comparte con Rosario.
Como Andrés Manuel López Obrador, Bejarano piensa que si se demuestra que hubo una conspiración para revelar la recepción del dinero esto lo exonera. Pero el problema legal y ético fundamental no cambia para nada. René Bejarano no debió haber recibido decenas de miles de dólares en efectivo de un contratista.
La República
Hoy se cumplen 73 años del nacimiento de la Segunda República Española en 1931. El régimen fue trágica y violentamente derrocado ocho años después. El fracaso fue producto de la radicalización —de las expropiaciones, las quemas de conventos, las violaciones de monjas- pero también de la división entre las fuerzas progresistas, que olvidaron que el enemigo era el fascismo y no otros grupos republicanos.
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