Las sectas religiosas y los partidos políticos salvan al hombre de la molestia de pensar.
R. W. Emerson
(1803-1882)
pobres “pobresores”, cuando no les llueve les llovizna, ahora que Elba Esther Gordillo tuvo la hombrada de nombrarse presidenta nacional del SNTE, el sindicato con más agremiados a nivel nacional con un millón setecientos mil (1,700,000) se puede hacer un amargo augurio y un retroceso a lo que en algunas secciones de maestros se vislumbraba como una incipiente democracia. Clasificados en los últimos lugares en lo a que aprovechamiento se refiere estamos los mexicanos, con programas obsoletos, con calendarios escolares parchados por puentes y ausencias, con autoridades perdidas en un mar de burocracia y con promesas fallidas de los gobernantes en turno, un país sumido en el analfabetismo con menos de un libro leído por habitante por año.
Por años se le ha jugado el dedo en la boca a los que en sí deberían ser los pilares del progreso en México: los profesores. Una transición atascada en un pantano inextricable es el que se vive en los sindicatos nacionales y lo que pasa en los partidos políticos es una vil copia al carbón. De pronto la nación se convierte en una caterva de caudillos, guías morales y tiranos y que para su comodidad encuentra lacayos y como los borregos, son pastoreados en puros esquilmos.
Tenemos otros ejemplos “El Niño Verde”, Jorge Emilio González Martínez, todos le perdonaron la travesura de su anomia y fue recontraelecto por unanimidad 52 votos a favor ninguno en contra. Con los Charros, Leonardo Rodríguez Alcaine, “La Güera”, en la Confederación de Trabajadores Mexicanos, (CTM) y en el Sindicato de los Electricistas; con Francisco Hernández Juárez en el Sindicato de los Telefonistas pasó lo mismo, con Víctor Flores en el Sindicato Nacional de Ferrocarriles, con Napoleón Gómez Urrutia en el Sindicato Nacional de Mineros y pare de contar porque son puros corajes.
Ahora con la Gordillo y con el mandarín y bufón de Rafael Ochoa ex dirigente del mismo gremio. Cómo estaría la asamblea de democrática que sólo había un candidato: la Profesora rural más rica de América Latina y tal vez del mundo. De 2,797 delegados que tenían derecho a votar Gordillo sacó 2,785 votos, se dice que los otros 12 no votaron por ella porque en ese rato andaban en el baño y por cierto no escaparon de tremenda regañada.
Con este grado de madurez política ya nos podemos imaginar los alcances de la democracia en los sindicatos de México y sobre todo en el de maestros donde debe ser la muestra con el ejemplo para la niñez y jóvenes que ellos mismos educan. De nueva cuenta la Gordillo instala el autoritarismo y funda el terrorismo magisterial y a la vez se cubre las espaldas con los inermes profesores y demuestra una vez más que en México y dentro de la incipiente democracia los líderes charros están sobre los trabajadores y ciudadanos incluyendo las mismas leyes.
Se ve difícil para los profesores honrados (que son muchos) el sacudirse a esta pandilla de gamberros y truhanes. Con cuotas de aproximadamente 32 millones de pesos por quincena que recibe el SNTE a nivel nacional, se demuestra una vez más que el poder lo genera el dinero y éste en un círculo vicioso genera dinero, además de que nadie le puede pedir a un secretario de ningún sindicato que rinda cuentas, es más, ni la celosa Hacienda se mete con los líderes, porque los sindicatos no pagan (están exentos) impuestos.
Y sólo basta echarle una ojeadita al entorno educativo y verán mis tres lectores en manos de quién está la educación en México, que como están las cosas a nadie le interesa el progreso y, sólo las codiciadas cerezas de los dos pasteles de una diabólica dupla llamada SEP/SNTE. Ni modo venerables profesores, como en los tiempos de Vanguardia Revolucionaria con Carlos Jongitud Barrios a vivir entre mañas, trampas, gambetas y señuelos que poco a poco irá poniéndoles la Gordillo.
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