LOS ÁNGELES, EU.- La humillación deportiva que sufrieron los Lakers de Los Ángeles en el primer partido de las Finales de la NBA frente a los Pistons de Detroit, se les ha complicado con el comportamiento indisciplinado y poco ético que ha tenido el base Gary Payton con los periodistas que cubren la serie.
Después de negarse a hablar nada más concluir el partido que los Pistons ganaron por 87-75, ayer también dejó plantados a más de 50 periodistas cuando se presentó para hablar y dijo que lo haría en “un minuto” para luego retirarse y no volver más al haber completado el entrenamiento.
El portavoz de los Lakers, John Black, salió para decir a los periodistas que esperaban a Payton, que el jugador no lo iba a volver.
La NBA a través de su portavoz Tim Frank dijo que habían multado a Payton con 5,000 dólares por no haber atendido a los periodistas como está estipulado en el convenio colectivo.
Pero el grave problema para Payton y los Lakers, que le permiten ese tipo de comportamiento es que la mala imagen que siguen dando, como un equipo, donde todos quieren ser estrellas, comenzando por el entrenador Phil Jackson y al final en el campo los Pistons los dejaron en evidencia que están muy lejos de ser los mejores.
Los Lakers pueden ganar el título de liga, su cuarto en los últimos cinco años, pero como les sucedió en los tres anteriores que consiguieron, pero esta temporada mucho más, no podrán nunca presumir de hacer el mejor baloncesto de equipo en el campo.
Los jugadores como Derek Fisher y Rick Fox son conscientes que los Lakers no están jugando bien, aunque han podido llegar a las Finales y lo que hicieron ante los Pistons fue la muestra más clara de que tienen que mejorar mucho si quieren darle la vuelta a la serie.
Las acciones poco éticas de Payton con los periodistas no son las primeras que protagoniza, porque durante la temporada y las semifinales de la fase final contra los Spurs tampoco quiso hablar con los profesionales de la prensa.
Payton había llegado a los Lakers con el único objetivo de conseguir un título de liga, lo mismo que el alero Karl Malone, ambos rechazaron contratos mucho mejores por llegar al equipo que consideraban podían ser campeones, algo que no pudieron lograr cuando eran las estrellas en sus respectivos equipos de los SuperSonics de Seattle y los Jazz de Utah.
El base de los Lakers no ha podido encajar en el famoso sistema del ataque en “triángulo”, que tanto le gusta a Jackson, aunque no sea él quien lo inventó y a sus 35 años ha sentido una gran frustración como profesional.
Aunque Payton había llegado a las Finales con los SuperSonics en 1996 cuando las perdieron frente a los Bulls de Chicago y su ex estrella Michael Jordan, su trayectoria profesional comenzó a declinar después que fue traspasado a los Bucks de Milwaukee y si este año no ganan los Lakers el título de campeones es dudosa su continuidad.
Su personalidad y carácter, se considera el jugador que más “estupideces” dice en el campo para provocar a los rivales, no ha caído nada bien dentro de la plantilla de los Lakers y algunos jugadores como Fisher han reconocido públicamente que “no lo entienden”.
Fisher dijo que cada profesional debe conocer la responsabilidad que tiene con los medios de comunicación y al margen de cual sea el estado emocional que uno viva hay que responder de manera respetuosa.
Payton, que en el primer partido aportó sólo tres puntos con una canasta de cuatro intentos en 31 minutos, fue superado por Chauncey Billups, el líder de los Pistons que anotó 22 tantos.
Jackson sabe que tanto Payton como Malone, Fisher y el alero Devean George también necesitan dar mayor aportación al equipo en el apartado del ataque si quieren superar a los Pistons en el segundo partido.
Malone lo reconoció públicamente cuando dijo la derrota se debió en parte a su bajo rendimiento, algo que no le había gustado porque no dio la ayuda que los compañeros necesitaban.
“He dormido bien, pero me fui a la cama con mal sabor de boca y me he levantado de la misma manera”, comentó Malone. “Debemos reaccionar en el segundo partido y hacer mejor las cosas”.
Por su parte, Jackson reconoció que su equipo debía recuperar la atención y la concentración en el campo y especialmente en el apartado defensivo, donde no presionaron lo suficiente.
Mientras, los Pistons, con el entrenador Larry Brown al frente se olvidaron también del triunfo y trabajaron más duro que nunca en la preparación del segundo para intentar de nuevo dar la sorpresa tanto en el resultado como en el juego desarrollado en el campo.
“Hemos conseguido un triunfo, pero también queremos ganar el segundo partido porque es el objetivo de cada profesional y equipo cuando sale al campo”, destacó Brown.
Buscaran Pistones ampliar ventaja sobre Lakers
Luego de la demostración defensiva que dieron la víspera, los Pistones de Detroit buscarán este martes ampliar su ventaja en la serie por el título de la Asociación Nacional de Basquetbol (NBA, por sus siglas en inglés), que disputan con Lakers de Los Ángeles.
En el partido del domingo Detroit aplicó un plan de juego que en apariencia es muy simple, pero que resulta muy complicado: controlar a Karl Malone, Gary Payton y Derek Fisher, para poder triunfar.
El esfuerzo de los únicos jugadores comprometidos de siempre con la escuadra angelina, Shaquile O'Neal y Kobe Bryant, quienes juntos hicieron 59 de los 75 puntos de su equipo, no le alcanzó a Lakers para superar a su rival.
Este martes Lakers buscará emparejar la serie, aunque están conscientes de que la derrota en su contra (75-87) es una inyección de confianza para Pistones que ahora encaran la serie con otra perspectiva.
El cotejo del domingo hizo recordar cuando en 1990 el equipo de los "Chicos Malos", encabezados por Isaiah Thomas, Bill Lambeer y Dennis Rodman, entre otros hicieron valer su fortaleza defensiva sobre el "Show Time" de Magic Johnson.
Finalmente habrá que observar si el entrenador de Detroit, Larry Brown, hace modificaciones a su esquema de juego y los ajustes que hará Phill Jackson con los Lakers para emparejar la serie.
