ahora que como en los tiempos de López Portillo -en la abundancia tenemos que enseñarnos a administrar nuestra riqueza- Burgos se abre como una opción más a la economía regional y nacional. En reciente visita por esa región (centro/norte) de Coahuila, Pemex trae un movimiento tremendo, con maquinaria pesada, tractocamiones y cientos de vehículos pequeños en donde se mueven sus trabajadores, camionetas del año, con las razones sociales de las empresas que esta paraestatal contrata para el estudio o explotación de la mentada Cuenca de Burgos, que según “expertos” contiene 6,000 millones de pies cúbicos gas, del cual México requiere un mínimo de 100 millones de pies cúbicos al día, etc. etc. (donde un pozo ya es explotado por una empresa española).
Pero más allá de las cifras, que para eso los voceros y bufones del sistema son los campeones del mundo, está el daño a la ecología de esos lares y la supuesta generación de empleos que según se ve será todo lo que los ejidatarios, comuneros y pobladores alcanzarán.
Miente el encargado o administrador de dicho proyecto, José Serrano Lozano, quien asegura que la generación de empleos se dará en esos poblados, las causas, motivos o razones son muchas, entre ellas, que la mayoría de las compañías ya tiene asignada su gente en los diversos trabajos, inclusive de otros estados y algunos “expertos” extranjeros, que como es costumbre, traen a su propios obreros.
Las carreteras que unen ejidos y comunidades donde se lleva dicha exploración y en breve comenzará la explotación, están en pésimas condiciones, como el tramo San Buenaventura-Estación Hermanas (entronque con la 57), pasando por pueblitos como Abasolo, Escobedo y Congregación Rodríguez, cuyos patios son parte de estos yacimientos de gas y donde estas rúas presentan un 40 por ciento de deterioro y con la maquinaria pesada en constante movimiento por esos caminos dejados de la mano de Dios, ya nos podemos imaginar.
Pemex siempre ha descuidado el medio ambiente, la prueba es la contaminación constante y permanente donde, ni previene mucho menos remedia; en los estados de Campeche, Tabasco, Tamaulipas y Veracruz, sólo por citar algunos, la destrucción de selvas, derramar materias no biodegradables en ríos y mares o lechos de lagos es el uso y costumbre, el descontrol de sus plataformas sobre todo en el Golfo, de México, donde la misma comisión de ecología es pagada por esta empresa ¡bonita cosa!
Las empresas extranjeras serán una vez más las encargadas de llevar a cabo la explotación de gas en un 40 por ciento, esto con alianzas de Pemex, el eterno réquiem y testamento del destino nacional “de ser dueños del gas pero no saber qué hacer con él”, como el que se murió de sed en medio de tanta agua. Los congresos de Nuevo León, Tamaulipas y Coahuila supuestamente analizarán todo lo inherente a la Cuenca de Burgos, cosa que se duda porque los congresos no están en condiciones ni en tiempo, forma y recursos económicos y humanos de opinar, ya que sólo agacharán el testuz como lo marca la historia de ayer y reciente (si no es verdad que demuestren lo contrario); mientras a Pemex y sus ansias de engullir todo el subsuelo es la prioridad nacional, el medio ambiente les importa un bledo y el federalismo o autonomía municipal junto a sus comisiones de ecología se la pasan por donde Chila se pasa el peine.
Lo mismo ocurre en los grandes tajos a cielo abierto que existen en la zona carbonífera, Rosita, Palaú, Cloete, Agujita, Barroterán, Río Escondido, etc., donde los caciques del carbón son intocables.
¡Pero cuidado! que la comisión de ecología, la Semarnat y Profeco agarren a un pobre ejidatario con un carretón o su troquita modelo antiguo con leña de mezquite o carbón, porque hasta la “peni” va a dar. Correo electrónico: linga_1031@hotmail.com