Este padecimiento lleva al paciente a un estado de rigidez que lo limita en sus actividades más cotidianas.
Algunas personas de la tercera edad se resignan, no saben que es un mal que afecta a por lo menos a 2 mil 500 mexicanos y se le conoce científicamente como Esclerosis Múltiple (EM).
Es una enfermedad degenerativa que de manera progresiva produce efectos discapacitantes que impactan en la calidad de vida de quienes la padecen, explica el especialista Genaro Juárez, jefe del Servicio de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital Torre Médica.
Afirma que en el mundo existen entre uno y 2.5 millones de personas que sufren ese problema, mientras en Latinoamérica, unas 30 mil.
Ese padecimiento interfiere con la capacidad del cerebro de enviar y recibir mensajes, y es llamado "múltiple" porque afecta a más de una parte del cerebro o la espina dorsal. Explica que es denominada "esclerosis" porque causa endurecimiento de los tejidos y se presenta generalmente en personas de entre 20 y 40 años, con la manifestación de los primeros síntomas en torno a los 30 años y con mayor frecuencia en mujeres.
La EM se presenta cuando el sistema inmunológico del organismo ataca la mielina, un tejido que protege los nervios, vital en la conducción de los impulsos conductores. El daño producido en la mielina dificulta la transmisión de los impulsos eléctricos enviados por los nervios, lo que afecta de manera progresiva las funciones del cerebro como la coordinación muscular, la visión, el habla, el control de la vejiga y de los intestinos.
El neurólogo comenta que su impacto es tal, que el paciente puede presentar diversas formas de limitación, entre ellas la espasticidad que generalmente resulta de daños en el área motora del cerebro o en cualquier porción de la materia gris subcortical (nervios que viajan desde el cerebro hasta la médula espinal).
FRENO A LA VIDA
Cuando se presenta daño en el control de los músculos desde el sistema nervioso central, las rutas de retroalimentación del músculo desde la médula espinal producen diversos síntomas.
Entre ellos, reflejos tendinosos profundos, tijereteo (cruce de piernas), movimientos espasmódicos repetitivos, posturas inusuales y posición de hombros, brazos, muñeca y dedos de las manos en ángulos anormales.
Los síntomas varían de persona a persona y pueden ser ligeros o pronunciados. Uno de los más discapacitantes y que afecta la actividad del paciente es la espasticidad. En ese sentido, dice que dos de cada tres pacientes con lesión de médula espinal tienen extremidades espásticas.
Esa enfermedad afecta casi al 50% de todos los pacientes con esclerosis múltiple y es muy común en quienes han sufrido lesiones en la cabeza y embolias cerebrales.
Según el especialista ese padecimiento es un problema enorme de costo familiar, sanitario y social, pues lleva al paciente a un estado de rigidez que lo limita en sus actividades más cotidianas.
Con frecuencia, apunta, se presenta inhabilitación laboral, reducción considerable de la calidad de vida del paciente, un grave impacto en los cuidadores y un enorme costo familiar, sanitario y social.
Para contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas que presentan ese padecimiento, existen diversos tratamientos disponibles como la terapia física (fisioterapia) y ocupacional, la cirugía ortopédica, procedimientos neuroquirúrgicos y la aplicación del neuromodulador botulínico.
La vitamina D
La vitamina D, que se encuentra en la leche y el pescado y es producida por el cuerpo al recibir los rayos solares, podría prevenir la esclerosis múltiple y la artritis reumatoide, según dos estudios.
Estas conclusiones explicarían por qué las dos enfermedades son más comunes en climas fríos, donde la luz solar es más escasa.
Las consecuencias son temblores, pérdida de memoria y visión e incluso parálisis, y aunque hay tratamientos para reducir los síntomas, no existe cura.
El segundo estudio, publicado en el último número de la revista "Arthritis & Rheumatism", concluyó que la vitamina D también puede prevenir la artritis reumatoide, una enfermedad que produce atrofia en las articulaciones, especialmente en las manos y los pies, y que afecta con más frecuencia a las mujeres.
Este estudio constató que tanto comer alimentos con vitamina D o tomar píldoras son métodos válidos de prevención de la artritis reumatoide, aunque los suplementos artificiales son más efectivos