CALIFICA CNA DE "NORMAL" EL SUCESO.
Semarnat y Sagarpa se culpan mutuamente de los hechos
Torreón, Coah.- La falta de coordinación entre las Secretarías de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) y la del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), se puso de manifiesto con la muerte de miles de peces en la presa Francisco Zarco.
Como se informó a través de este medio, al cerrar las compuertas de la Francisco Zarco (Las Tórtolas), miles de peces de diverso tamaño y especies, murieron al quedar con poca agua y sin oxígeno en el lecho del río, situación calificada de normal por la Comisión Nacional del Agua.
En años anteriores, poco antes del cierre de la presa, una cuadrilla del Área de Pesca de la Semarnat, acudía a ese lugar para rescatar los peces que quedaban sobre el lecho del río, cerca de las compuertas y los trasvasaban a la presa, auxiliados con tanques, con lo cual evitaban su muerte, pero este año nadie acudió.
Ninguna de las dos dependencias del Gobierno Federal aceptan tener competencia en el caso, ya que en la Delegación Regional de la Sagarpa se dijo que ahí sólo se encargan de los permisos de pesca y en todo caso, es la Semarnat la que tiene ingerencia.
En las oficinas de la Semarnat en Lerdo y Durango, se informó que al reestructurarse esa Secretaría, las funciones de pesca pasaron a la Sagarpa, de tal forma que ya no tenían competencia.
Por su parte, personal de la Comisión Nacional del Agua (CNA), se limitó a realizar labores de limpieza en el tramo del río, una vez que murieron los peces, los cuales fueron retirados y enterrados con cal y tierra para evitar la contaminación del área y los malos olores.
Aunque el hecho fue calificado de normal por el personal de la CNA, habitantes del poblado Nuevo Graceros, colindante con la presa Francisco Zarco, manifestaron que nunca antes habían visto tantos peces muertos.
Error lamentable
Si no existiera la presa no se hubiera presentado la muerte de miles de peces en la Francisco Zarco, pero además por trámites burocráticos ni siquiera se aplicó el paliativo como en años anteriores, de trasvasar los peces a la presa, declaró el ambientalista, Francisco Valdez Pérezgasga.
Por miles de años, dijo, el río ha contado con peces, pero la presa le rompió ese vínculo que tenía a lo largo del lecho y los peces no saben de eso, de tal forma que al cerrar la presa quedan sin agua y oxígeno.
“Aunque era un paliativo lo que se hacía de trasvasarlos a la presa, es imperdonable que ahora no se hiciera sólo por la burocracia existente y el resultado fue muy lamentable”.
